El Gobierno canario estudia el modo de limitar el efecto que las 100.000 licencias de pesca recreativa que están en vigor en las Islas tienen sobre las existencias de pescado en el Archipiélago. El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Ejecutivo autonómico, Juan Ramón Hernández, señaló que, en contraposición a ese dato, los permisos profesionales para faenar se sitúan por debajo de los 2.000, por lo que se hace necesario determinar un método que garantice que la pesca deportiva y de ocio se ejerza "en periodos específicos y con ciertas restricciones".

"No estoy hablando de reducir las 100.000 licencias, pero sí de alguna restricción puntual y específica", señaló Hernández ayer durante la celebración del foro técnico La pesca en Gran Canaria. Se refería así al abanico de posibilidades que se abre para poner freno al impacto que tiene la pesca recreativa.

Los datos hechos públicos por el doctor José Juan Castro, del Departamento de Biología de la ULPGC, dan idea del desequilibrio que en la actualidad existe entre tirar la caña por placer y hacerlo porque supone el sustento económico familiar. Pasar el rato esperando a que los peces piquen concentra el 60% de las capturas en las Islas, cuando la media mundial se sitúa en el entorno del 10%.

"Con una buena gestión, la pesca artesanal se puede mantener", afirmó Javier Macías, director de la consultora Canaest. Y esa buena gestión pasa por equilibrar la balanza, por "poner un límite real, igual que ocurre con la caza". En la actualidad, según Macías, la pesca supone solo el 0,1% del producto interior bruto (PIB) del Archipiélago "y tampoco subirá mucho más, se mantendrá entre ese 0,1% y el 0,2%".

La comisión parlamentaria europea que preside Gabriel Mato ya ha aprobado la reforma de la política pesquera común. Las nuevas líneas maestras que marcará Bruselas discurrirán por "la sostenibilidad en el sentido más amplio", según señaló el propio Mato. Buscará el "equilibrio, que haya más peces, sin duda alguna, pero también que puedan seguir los barcos pescando y las industrias trabajando", explicó el presidente de la Comisión de Pesca. En febrero será el pleno el que se pronuncie.

El consejero Juan Ramón Hernández puso como ejemplo de esa sostenibilidad la reserva marina de la isla de La Palma: "En este momento está desborbando la producción hacia el resto del espacio insular", resaltó y estimó conveniente que otras islas tomen también determinaciones encaminadas a incrementar el volumen de vida marina en sus aguas cercanas.

El responsable de Pesca autonómico explicó que la Unión Europea "está dando directrices para la recuperación de especies como el atún rojo" y en la actualidad él trata de conseguir "ampliar la cuota que tiene Canarias para la captura" de este túnido. A su juicio, estas moratorias y el incremento de la actividad en la acuicultura harán que el sector se recupere en el Archipiélago.