La petrolera Repsol descarta que vaya a utilizar la técnica del fracking, tanto por su complejidad como por su elevado coste. Fuentes de la multinacional, a la que el Ministerio de Industria ha concedido los permisos para las prospecciones cerca de Canarias, aseguran que en las Islas es "imposible" que se pueda utilizar la fracturación hidráulica, porque en tierra no hay recursos fósiles y porque en el mar es muy complicada.

Repsol advierte que, además de la complejidad técnica, los costes de la operación se dispararían. "Si los proyectos salen adelante, es porque desde el punto de vista técnico, logístico y medioambiental son viables con un margen de costes razonable", agregan fuentes de la petrolera española.

La multinacional asegura que aún no se utiliza esta técnica para buscar crudo en el subsuelo marino en ningún lugar del mundo. Según Repsol, habría que hacer varios pozos para realizar el fracking y, en el caso de Canarias, sólo acometer dos pozos para los sondeos cuesta unos 300 millones de euros de inversión. "No hay nadie a día de hoy que se plantee utilizar el sistema de fracturación hidráulica en el mar", señalan las mismas fuentes.

Repsol añade que tanto en un caso como en otro, también en la utilización de las técnicas de extracción convencionales, la exigencia de informes medioambientales positivos es la misma y por eso las prospecciones autorizadas en las aguas canarias están ahora en ese proceso de elaboración del estudio de impacto medioambiental.

La multinacional española recuerda que en Estados Unidos todos los proyectos relativos a la fracturación hidráulica se encuentran en tierra y ninguno en el mar, cuando el país norteamericano tiene grandes producciones de petróleo en el Golfo de México. "Nadie se ha planteado aún en una zona tan petrolífera como esta utilizar el fracking, sobre todo porque sería excesivamente costoso para las empresas que trabajan allí", agregan las fuentes de Repsol en relación con esta técnica de extracción.