La economía canaria, con el turismo a la cabeza, no es capaz de captar la mano de obra "muy cualificada" de su población activa. Esta situación es uno de los principales escollos que el Archipiélago debe subsanar cuanto antes, a juicio de Alonso Hernández Guerra, director del Instituto de Oceanografía y Cambio Global de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). El científico considera que las claves de futuro están en ampliar el horizonte económico, "empresa en la que el océano será un gran aliado".

El profesor Hernández (Las Palmas de Gran Canaria, 1961), catedrático de Oceanografía Física de la ULPGC, realizó su tesis doctoral en el campo de la Teledetección durante una estancia de investigación de un año en el Joint Research Centre de Ispra (Italia), centro dependiente de la Unión Europea. En 1999, investigó durante un año en el Woods Hole Oceanography Institute (EE UU) sobre el estudio del océano Atlántico, la variabilidad de la Cinta Transportadora Global y su repercusión en el clima. En 2012, amplió sus estudios en el Scripps Institution of Oceanography (EE UU) donde se interesó en los océanos Índico y Pacífico en relación con la variabilidad de la Cinta Transportadora Global.

"Hace 30 años el gran problema que tenía Canarias era el escaso porcentaje de jóvenes que tenían acceso a la universidad. Muy pocos podían estudiar en La Laguna o en la Península una carrera universitaria, y eso se palió con el nacimiento de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en el año 1989".

Respecto a la situación actual, el profesor Hernández cita la paradoja de que Canarias tiene la generación de jóvenes mejor preparados de su historia, y sin embargo, no dispone de los recursos necesarios para darles una salida profesional.

"Todos los jóvenes que quieran pueden estudiar en la universidad y los estamos formando muy bien pero, una vez titulados, o se van al paro o tienen que emigrar a otras zonas donde poder trabajar. Estamos perdiendo lo más valioso que tenemos, generaciones de jóvenes muy bien formados, y no sé si vamos a poder recuperarlos en algún momento", indicó el investigador.

Su deseo para Canarias dentro de 30 años es la diversificación de la economía. "No podemos vivir del turismo, aunque está funcionando bien, seguimos recibiendo los 12 millones de turistas de siempre, pero tenemos el 50% de paro en jóvenes, con lo cual este sector no está absorbiendo a nuestra población activa. Debemos diversificar nuestra economía y yo espero que el océano sea una fuente de riqueza, que la Oceanografía sea un polo tractor de negocio dentro de 30 años, y no dependamos exclusivamente del turismo".

Bajo el paraguas de la Oceanografía, Hernández dibuja un futuro prometedor, con la creación de empresas spin off al amparo de la Universidad, por parte de los titulados de Ciencias del Mar. "Ellos serán capaces de tirar del carro de la I+D+i, al principio, tutorizados por nosotros; y eso les dará la oportunidad de unirse a otras empresas europeas para hacer negocios y desarrollar instrumentación oceanográfica. Canarias, si puede ser competitiva en algo, es en Oceanografía".