El derecho a decidir que esgrime el Gobierno catalán encubre el de autodeterminación, "un derecho reconocido a los pueblos oprimidos por el colonialismo, pero que de ninguna manera tiene que ver con la situación de Cataluña". Así de claro se expresó Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista, catedrático en Derecho Constitucional y presidente e la Comisión de Libertades, Justicia e Interior en el Parlamento Europeo durante una conferencia ofrecida anoche sobre el Estatuto de Cataluña y la sentencia del Tribunal Constitucional en la Real Sociedad Económica de Amigos del País.

En su opinión, los catalanes han ejercido su derecho a decidir desde hace 35 años, con la aprobación de la Constitución y la celebración de ocho elecciones.

López Aguilar, en un tono didáctico y "provocador", como él mismo definió que sería en algunos momentos su charla, hizo también un breve repaso por el origen de la Constitución de 1978, un texto que aboga por someter a una revisión para actualizarla. En su opinión, "los materiales del edificio constitucional dan síntomas evidentes de fatiga" y no se debe tener miedo a su reforma, "a que se abra la caja de los truenos o la caja de Pandora" porque la generación que no había nacido cuando se aprobó, la considera envejecida y conservadora. Es precisamente esta relectura del texto constitucional, según López Aguilar, la que podría ayudar a cristalizar una realidad más ajustada a la actual sociedad española, "sin que ello suponga una deslealtad a la Transición".

Una sentencia histórica

El catedrático en Derecho Constitucional también se refirió a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán, la más larga de la historia, con 800 folios y cuatro votos particulares muy prolijos y que considera el origen de lo que denominó "un rebrote del nacionalismo catalán, ahora llamado soberanismo y muy mal llevado por Artur Mas".

López Aguilar destacó dos hechos importantes en el fallo del Alto Tribunal. Por un lado, el rechazo que se hace del preámbulo del Estatuto en relación a la identidad nacional del pueblo catalán, "una decisión que se considera una ofensa a Cataluña". Y, por otro lado, que se haya olvidado que el texto, al que el PP hizo casi una enmienda a la totalidad al recurrir sus 226 artículos, "sólo se declararan inconstitucionales seis incisos, lo que ha supuesto un fracaso absoluto del recurso del Partido Popular al Estatut".

Asimismo, advirtió que "Cataluña y su Estatut sobrevivirán a la sentencia del Tribunal Constitucional. Sin embargo, lo lamentable es que el Tribunal Constitucional no sobreviva a ésta porque ha quedado malherido". Juan Fernando López dudó de que los catalanes quieran la independencia, pero si se produjera, recordó que la legislación de la Unión Europea deja bien claro que un nuevo Estado surgido de una separación de un Estado miembro de la UE no entraría de inmediato en Europa, "sino que tendría que ponerse a la cola".