Un acto sencillo y sobrio para homenajear a la democracia. Así lo habían acordado los protagonistas del hemiciclo y así transcurrió ayer la celebración institucional de los 30 años de la constitución del Parlamento de Canarias, en Santa Cruz de Tenerife. Un cumpleaños protocolario, sin florituras fuera de lugar con la que está cayendo. Poco más de 20 minutos para dar gracias a los isleños que con su esfuerzo y sacrificio han contribuido a consolidar la Comunidad Autónoma. Era el momento de echar la vista atrás, hacer balance de las tres décadas de funcionamiento de la Cámara canaria y mirar al futuro. En ese contexto la demanda del presidente del Parlamento, Antonio Castro, fue clara: "la reforma inaplazable de la Constitución y el Estatuto".

Castro aprovechó el discurso del acto institucional para poner de manifiesto que, desde su punto de vista, la Carta Magna se revela "insuficiente para las exigencias del presente y del futuro" de las Islas y defendió "ampliar y adaptar" el contenido del Estatuto de Autonomía para tratar mejor a la realidad diferenciada que es Canarias.

Y es que el aniversario del Parlamento isleño detuvo por un par de minutos el reloj de los pactos y las reformas. Los diputados de diferentes colores políticos, El Gobierno, el expresidente Román Rodríguez -el único presente por ocupar escaño de diputado-, los cónsules y alguna que otra cara del mundo empresarial, compartieron las butacas del salón de plenos para algo bastante distinto a la batalla política habitual: repasar la actividad de la Cámara y felicitar al pueblo canario por 30 años "de libertad y progreso".

La bienvenida estuvo a cargo del cuarteto de cuerda Siroco, cuya interpretación musical permitió a los políticos más rezagados, como la consejera de Empleo e Industria, Francisca Luengo, ocupar asiento. Inmediatamente después, tocaba dirigir la atención a la pantalla. Un vídeo realizado por el equipo del Parlamento recorría con imágenes la historia de la Cámara, mientras las palabras describían legislaturas, enumeraban a presidentes o recordaban polémicas leyes.

Porque 30 años dan para mucho: ocho legislaturas, 339 diputados, 318 leyes aprobadas y siete presidentes del Ejecutivo regional. Un total de ocho minutos de proyección para, también, destacar nombres como el de Jerónimo Saavedra, Lorenzo Olarte, Victoriano Ríos o Paulino Rivero en la consolidación de la unidad política del Archipiélago.

Tras el vídeo conmemorativo, el protagonismo lo acaparó al actual presidente del Parlamento de Canarias, Antonio Castro. Además que reclamar reformar, su discurso estuvo lleno de guiños al pueblo canario, a quien agradeció, una y otra vez, las tres décadas "más intensas y brillantes" de la historia contemporánea del Archipiélago. "Todo cuanto tenemos ahora se debe al esfuerzo y sacrificio de un pueblo que aportó un luminoso caudal de convicción, entusiasmo y solidaridad", afirmó Castro.

El presidente de la Cámara mostró un emocionado recuerdo a quienes participaron en este esfuerzo y ya no están y alabó los resultados que está dando la Constitución en el desarrollo político y social de Canarias, aunque señaló que ahora se revela "insuficiente para atender las necesidades cambiantes del presente y para disponer, en las mejores condiciones, las previsibles exigencias del futuro". Según Castro, también el Estatuto de Autonomía ha demostrado su eficacia, "pero en esta coyuntura debe ampliar y adaptar su contenido para tratar mejor a una realidad diferenciada".

Esas reformas, agregó, "son inaplazables, no sólo para conseguir un desenvolvimiento satisfactorio de nuestra convivencia y un desarrollo sostenible, acorde con nuestras singularidades, sino también para aprovechar, en beneficio del Estado y de la propia Unión Europea, las ventajas de nuestra posición geoestratégica y de centralidad en esta área del Atlántico".

Las palabras del presidente del Parlamento tampoco olvidaron a los diputados, a quienes instó a trabajar para evitar la desafección de la política, porque "en estos tiempos es cuando la política debe mostrar su facultad integradora" en el conjunto de la sociedad civil para acometer la recuperación de la economía y del pulso social. "Hay que actuar decididamente y demostrar que la política no es un problema, sino un medio para resolver los problemas", concluyó.