El director del área de gas de Disa, Miguel Benarroch, participó ayer en la primera jornada de la Semana europea de la energía sostenible que se celebra en el Club LA PROVINCIA. Benarroch apuesta por el autogás como el carburante del futuro por ser más respetuoso con el medio ambiente ya que no emite partículas sólidas. Su bajo coste es otra de sus ventajas.

A mediados de mayo Disa abrió la primera estación de autogás en Canarias y anunció próximas aperturas. ¿Hay alguna novedad?

En este momento estamos redactando lo proyectos para solicitar las licencias que nos permitan abrir una estación en Maspalomas, en Lanzarote, en Fuerteventura y en Santa Cruz de Tenerife. Los plazos dependerán de cuándo obtengamos las licencias. Independientemente de estas cuatro nuevas estaciones, estamos abiertos a instalar otra si la demanda lo requiere. De todas maneras, al estar en islas, el no tener muchos puntos de venta de autogás no es algo tan crítico como en un territorio más grande.

¿En qué consiste el autogás?

El autogás no es más que utilizar gas propano en el motor de un coche. Es el mismo gas que se usa en las bombonas de los hoteles. Mucha gente relaciona el gas con unas connotaciones negativas pero el autogás es igual de inflamable que la gasolina, por tanto no es más peligroso. Las condiciones de seguridad de un vehículo de autogás son equivalentes a las de cualquier otro automóvil.

¿Qué ventajas aporta?

La más inmediata es su coste, pues un litro de autogás cuesta la mitad que un litro de gasolina. La otra ventaja es medioambiental, pues es un combustible que genera un 15% menos de emisiones de dióxido de carbono que la gasolina y un 10% menos que el gasoil. Además, es un carburante que no genera emisiones de partículas sólidas, que hoy por hoy es el principal agente contaminante en las ciudades. Eso es algo que se nota a medio y largo plazo. Si la flota europea de vehículos de autogás pasara del actual 2% al 10% se dejarían de emitir 350 millones de toneladas de dióxido de carbono y la Unión Europea se ahorraría 20.000 millones de euros en costes sanitarios y medioambientales.

¿El consumo de autogás es habitual en Europa?

Unos 10 millones de coches se mueven en Europa con autogás. Es un carburante muy habitual en Italia y los Países Bajos. Ahora está extendiéndose en países como Polonia, Rumanía y Turquía. En España se utiliza desde hace dos años. Hemos llegado tarde a la espera de nuestro sistema fiscal se adaptara y liberara de impuestos esta actividad como se hace con todas las que generan ventajas medioambientales

¿Cuáles son las perspectivas de este mercado en las Islas?

Llevamos un mes suministrando autogás en Gran Canaria y los resultados son mejores de lo que esperábamos, con una mayor conversión de vehículos, e incluso han aparecido propietarios de vehículos de autogás que hasta ahora no los podían utilizar. De momento, hay una docena de coches que emplean este carburante en las Islas pero, al ser un territorio más pequeño, cualquier ventaja medioambiental en el Archipiélago tiene un impacto mucho mayor y sus efectos se notarán antes que en otros territorios.

¿Qué hace falta para aumentar el consumo de autogás?

Primero tienen que abrirse estaciones y luego aparecer los vehículos de autogás y los talleres que transforman los coches de gasolina para poder utilizar este carburante. Ahora mismo hay tres talleres que hacen este cambio y el único requisito es que sean coches matriculados a partir del año 2000. Para fomentar el uso del autogás es importante darlo a conocer.

¿De cuánto es la inversión que hay que hacer para transformar un vehículo de gasoil o gasolina en uno de autogás?

Supone una inversión de entre 1.500 y 2.000 euros, dependiendo del modelo y del tipo de motor. Con los precios actuales, para un vehículo que haga 30.000 kilómetros al año, utilizando autogás conseguiría ahorrar esa cantidad de dinero en un año.