El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha anunciado hoy que la compañía iniciará las prospecciones en busca de gas y petróleo el próximo mes de mayo en aguas próximas a Fuerteventura y Lanzarote, y ha pedido anunciado la intención de la compañía de instalar sus bases logísticas en ambas islas aunque sea más caro y se incrementen los costes.

Brufau, que ofrece una conferencia informativa en Las Palmas de Gran Canaria, ha explicado que "el mundo avanza a una velocidad determinada y Canarias no puede marchar a otra".

El presidente de Repsol ha advertido también de que si alguien cree que hay connivencia entre su compañía y el ministro de Industria, José Manuel Soria,"que vaya al juzgado y lo denuncie" o que "se vaya solo a chirona".

Brufau insistió también en que el origen canario de Soria ha "complicado" el proyecto de extracción y ha recordado que "Marruecos no puede llevarse el petróleo de Canarias porque son estructuras, en alusión al inicio de las prospecciones por parte del país norteafricano.

El presidente de Repsol ha insistido en que si su compañía recibe las autorizaciones ambientales, está lista para empezar a perforar en aguas de Canarias en busca de hidrocarburos en mayo de 2014, por lo que ha emplazado a los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura a decidir ya si quieren acoger su base de operaciones.

En la segunda visita que realiza a Canarias para abordar el tema de las prospecciones petrolíferas -la anterior fue para presentar su proyecto a Paulino Rivero-, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha defendido que "hay pocos países en el mundo" que en este momento tengan a su alcance un descubrimiento potencial como el que ofrecen esas aguas del Atlántico situadas entre Canarias y Marruecos.

Repsol estima que los yacimientos de Canarias pueden albergar unos 898 millones de barriles de crudo (el pronóstico más optimista eleva esa cifra a 2.277 millones), capaces de abastecer el 10 % del consumo del país y de rebajar las facturas de España en importación de crudo en 30.000 millones de euros en los próximos 20 años.

Solo en la primera fase de exploración, la compañía estima invertir 350 millones de euros, de los que calcula que unos 53 millones se quedarán allí donde esté la base logística de apoyo a sus barcos de prospección, en forma de contrataciones, servicios, provisiones, transporte y gasto en otro tipo de suministros.

Brufau ha emplazado hoy públicamente a los Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, dos de las instituciones más combativas hasta el momento contra el proyecto, a que decidan en los próximos días si quieren acoger en los puertos de Arrecife y Puerto del Rosario esa base y beneficiarse del movimiento económico y laboral que genere.

El presidente de Repsol ha reconocido que él no es "nadie para marcarle plazos a los Cabildos", pero también ha advertido de que, si en 15 o 20 días no tiene una respuesta, la compañía buscará otras opciones, entras las cuales reconoce que el puerto de Las Palmas de Gran Canaria aparece como la más inmediata y barata para sus planes, porque ya tiene gran parte de la logística que ellos precisan, informa EFE.

El máximo responsable de la multinacional española ha recalcado que ni quiere pensar que Lanzarote o Fuerteventura puedan rechazar su oferta, porque no concibe cuál podría ser el argumento para negarse a acoger una actividad generadora de riqueza y empleo y que -insiste- es compatible con la industria turística, como prueban los casos de Río de Janeiro (Brasil), Malibú (California, EEUU), Noruega o la propia costa de Tarragona, alega.

"Si alguien dice que no, seguro que en el futuro se va a arrepentir", ha apostillado Brufau, cuya compañía cifra las inversiones totales que hará a lo largo de la vida útil de esos pozos -si es que existen- en 12.244 millones de dólares (9.097 millones de euros: 260 millones en exploración, 5.212 millones en desarrollo de barcos y sistemas y 3.859 millones en explotación)

Repsol sostiene que, de esas inversiones, unos 3.605 millones de dólares (2.680 millones de euros) revertirán en la economía de la región donde esté la base de operaciones, un cálculo que, subraya, no es caprichoso, sino que se basa en la experiencia de la compañía en otros lugares donde explota yacimientos de crudo.

Las inversiones totales del proyecto se reducirían a 2.595 millones de dólares (1.928 millones de euros) si lo que encuentra es gas y no petróleo, pero Brufau recalca que tiene algunas "certezas" geológicas de que, si existen yacimientos en la zona, son de crudo.

Repsol tampoco descarta que si no encuentra apoyo en Canarias para desarrollar su proyecto -que implica no solo suministros y movimiento logístico, sino también industria naval, para construir buques-plataforma de extracción-, opte por soluciones cercanas, como Marruecos. "Quizás. No lo contemplamos ahora, pero este es un mundo global", ha reconocido Brufau, en rueda de prensa.

El presidente de la multinacional ha insistido en que la potencial explotación de hidrocarburos en esa zona del Atlántico "no comporta riesgos", porque se van a tomar todas las medidas de seguridad existentes en sector "por duplicado" o "triplicado".

En este contexto, ha respondido a quienes esgrimen como prueba del riesgo potencial existente al derrame provocado por BP en el Golfo de México que en esa zona "se han perforado 56.000 pozos y ha habido solo dos accidentes, de los cuales toda la industria ha aprendido".

Brufau también ha querido aclarar las dudas sobre a qué profundidad se trabajará en las prospecciones: 3.092 metros de máxima en el objetivo principal, llamado "Sandía" (885 de ellos de lámina de agua); 3.465 metros máximo en la segunda diana, "Plátano" (850 de ellos de agua); y 6.870 metros máximo en la alternativa a este último, "Zanahoria" (1.022 de agua).

Respol argumenta que son profundidades "medias" en las que la compañía está "más que acostumbrada" a trabajar y alega que en el Golfo de México ha perforado un pozo ("Buckskin") a casi 9.000 metros de profundidad (2.110 de ellos de lámina de agua).