Canarias no es la única que plantea un referéndum por las prospecciones petrolíferas. En otras zonas del mundo hay ejemplos de movimientos de protesta para frenar sondeos previstos por los gobiernos y las compañías petroleras. En el norte de Canadá, los inuit (esquimales) lograron frenar el pasado año una campaña de sondeos sísmicos en su territorio a través de dos vías: una sentencia judicial y la consulta popular. Se trataba de un proyecto impulsado por el Gobierno canadiense y el alemán en una zona de gran valor ambiental de Nunavut, un territorio autónomo situado al nordeste del país y cerca de Groenlandia.

La población autóctona denunció el proyecto de investigación y un juzgado sentenció el derecho de los esquimales a ser consultados sobre actividades que afectasen a sus tierras. Además, el tribunal también falló en contra de los sondeos y prohibió la realización de los mismos. Los inuit refrendaron en una consulta popular su rechazo al proyecto.

La asociación inuit que impulsó las protestas alegó que los sondeos sísmicos, financiados por el Gobierno alemán y con el beneplácito del canadiense, encu-brían una posterior fase de exploración y explotación de petróleo y gas en la zona, algo que Cana- dá ha intentado desmentir basándose en que sólo se trataba de un estudio científico.

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