El robot submarino no tripulado, contratado por el Ministerio de Defensa para rescatar el helicóptero que se estrelló en el mar el 19 de marzo, ya está manos a la obra. El buque EDT Ares de la firma estadounidense Phoenix International Holding, que lleva a bordo el sofisticado aparato, inició ayer los trabajos para descubrir la aeronave, en la que, presumiblemente, quedaron atrapados los cuatro militares desaparecidos. Sus familias viven desde ayer pendientes del teléfono móvil, esperando la llamada que alivie su calvario.

Han transcurrido 30 días sin noticias sobre el paradero del capitán Daniel Pena Valiño, el sargento Carlos Caramanzana Álvarez y los tenientes Carmen Ortega Cortés y Sebastián Ruiz Galván. El único tripulante superviviente de la tragedia fue el sargento teldense Johnander Ojeda Alemán, rescatado tras el impacto del Super Puma contra el mar en el transcurso de unas maniobras nocturnas.

El EDT Ares, de bandera chipriota, zarpó desde la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria pocos minutos después de las tres de la madrugada. Sus diez técnicos especialistas tienen sólo una misión: localizar el helicóptero accidentado y elevarlo a la superficie. Calculan que el operativo tardará "un mínimo" de cinco días desde que salieron ayer del Arsenal.

Para ello disponen de un robot, de casi dos toneladas de peso y de tecnología punta. El aparato, denominado Remora II y unido a una de las grúas del barco, constituye uno de los dos modelos que posee la compañía norteamericana.

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