El permiso definitivo que autoriza las prospecciones de Repsol en aguas cercanas a las costas canarios no estará firmado hasta mitad del mes de agosto, según fuentes cercanas al proceso. Al final de esta semana termina el plazo para que las instituciones que solicitaron una prórroga para la presentación de alegaciones al borrador del permiso puedan hacer llegar estas a la Dirección General de Política Energética y Minas.

Cubierto ese plazo, el Ministerio de Industria, Energía y Turismo se tomará unos días para analizar los escritos presentados. Tanto el Gobierno canario como los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura saben que sus objeciones serán rechazadas. El comisionado para el Desarrollo del Autogobierno del Ejecutivo canario, Fernando Ríos, ya comunicó hace unos días que presentarán recurso de alzada contra la decisión del ministerio desde el mismo momento en que se haga entrega del permiso a Repsol.

Por su parte, en la petrolera trabajan ya para la puesta en marcha de la base logística, el centro de operaciones sito en el Puerto de La Luz y de Las Palmas desde el que se atenderán los trabajos de sondeo en el mar. Su voluntad es tenerla totalmente lista antes de que finalice el mes de septiembre para poder cumplir su previsión de realizar el primero de los sondeos en el último trimestre del año.

Los planes de la multinacional española han variado durante los últimos meses, sobre todo a la luz de los nulos resultados obtenidos en los sondeos realizados hasta la fecha en aguas de jurisdicción marroquí durante el último año. Uno tras otro, los pozos han sido cerrados ante la imposibilidad de encontrar hidrocarburos con la calidad y en cantidad suficientes para poder ser comercializados. Una de estas prospecciones, realizada por la escocesa Cairn Energy y la turca Genel entre enero y marzo, se desarrolló a solo 20 kilómetros de la zona Sandía-1, donde Repsol tiene previsto sondear.

Esa escasez de resultados positivos ha llevado a la empresa española a descartar, prácticamente al cien por cien, la posibilidad de realizar un segundo sondeo si el resultado del primero no arroja algún dato que demuestre que existe una bolsa de gas o petróleo en la zona.