Gran Canaria contará con casi la mitad de los locales de apuestas que se autorizarán por la Comunidad Autónoma. De las 95 instalaciones previstas en la planificación realizada por el Gobierno, 44 estarán en la Isla, mientras que Tenerife contará con 24, Lanzarote tendrá 11 y Fuerteventura 10. El criterio utilizado por el Ejecutivo para el reparto de los nuevos locales ha sido el del número de establecimientos de juego ya establecidos en cada isla.

Canarias cuenta con 277 locales de juegos autorizados y en funcionamiento entre casinos, salas de bingo y salones recreativos. El planteamiento de distribuir las nuevas instalaciones por la población hubiese variado notablemente el reparto final, pero también habría provocado una distorsión del panorama actual del juego y las apuestas. En este sentido, Tenerife, con más habitantes que Gran Canaria, tiene 71 salas de juego frente a las 131 con que cuenta la otra isla capitalina.

El Ejecutivo también considera que el criterio de población no refleja el potencial de demanda de la población turística en Lanzarote y Fuerteventura, por lo que se les ha asignado más instalaciones de apuestas que las que les hubiesen correspondido únicamente por la población residente.

De esta forma, tras el acuerdo con la mayoría del sector del juego de las Islas, la ratio aplicada para adjudicar las nuevas autorizaciones ha sido la de un local de apuestas por cada tres establecimientos de juego en funcionamiento.

El Boletín Oficial de Canarias (BOC) publicó el miércoles el reglamento de apuestas externas de la Comunidad Autónoma. En el mismo se amplía y regula esta actividad lúdica que hasta ahora se limitaba a las carreras de caballos, los galgos y el juego del frontón. A partir de la entrada en vigor del nuevo texto el deporte vernáculo, la lucha canaria, también entra en el ámbito de las apuestas con su propia quiniela, así como otros acontecimientos deportivos.

Modificaciones

La regulación de las apuestas externas tiene dos consecuencias: modificaciones en los locales de juego ya establecidos que quieran incluir esta modalidad y la regularización de un sector incipiente del ocio que cuenta con una oferta clandestina e irregular que ha ido incrementándose en los últimos años, sobre todo en las zo- nas turísticas. De hecho, el Ejecutivo se ha visto obligado a incoar procedimientos sancionadores a estos locales.

Las 95 autorizaciones amparadas por el reglamento son exclusivamente para locales de apuestas externas. Los casinos, salas de bingo y salones recreativos que quieran disponer de esta modalidad de juego tendrán que solicitar autorización a la Administración autonómica y acotar espacios determinados en sus instalaciones para las apuestas para diferenciarlas del resto de su oferta.

Para evitar la concentración de la oferta también se establece el criterio general de la zona de influencia, de tal manera que un local de apuestas externas tiene que estar separado al menos por 200 metros de un establecimiento de juego autorizado, sea de la modalidad que sea.

Después de cuatro años desde la aprobación de la Ley 8/2010, de 15 de julio, de los juegos y apuestas, la lucha canaria tiene el marco legal adecuado para desarrollar un sistema propio de apuestas que sirva de revulsivo económico para este deporte y así no depender tanto de las ayudas públicas. A partir de ahora se entra en los trámites administrativos que implican confeccionar el modelo de quiniela, la empresa que lo gestione y la instalación para desarrollarlo.

El reglamento también introduce cambios en la composición de la Comisión del Juego y las Apuestas de Canarias, un amplio órgano donde figura un presidente, un vicepresidente, un secretario y nada menos que 17 vocales. Entre los componentes figuran empresarios del juego, sindicatos, asociaciones de consumidores, municipios, representantes del sector turístico y técnicos.