El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera (CC), denunció ayer la "agresión" sufrida por una activista de Greenpeace cuando se aproximaba al barco que Repsol tiene para perforar al este de la isla y pidió una investigación para depurar responsabilidades. Cabrera señala, en un comunicado, que "Rajoy ha superado los límites de lo razonable al enviar una fragata militar para frenar a los colaboradores de Greenpeace" y considera que con esta acción se demuestra la utilización de "cañones contra el diálogo, que parece ser el lema de Madrid en el asunto de Repsol".

Para el presidente majorero, el Gobierno español ha quedado al mismo nivel que "las dictaduras petroleras más carcas" y compara a Mariano Rajoy con "el nuevo Putin petrolero". "Si se demuestra lo que dice Greenpeace, Rajoy ha usado el dinero de todos los españoles y los servicios públicos para agredir a ecologistas en alta mar", añade el nacionalista.

Por último, Mario Cabrera ha hecho un llamamiento a la energía ciudadana, "con inteligencia, sin violencia, haremos que los petroleros paguen sus agresiones al sentido común y a la democracia de los canarios".

Por su parte, el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, denunció de forma contundente la agresión cometida por la Armada española contra los activistas de Greenpeace. San Ginés explicó que las "imágenes de la vergüenza", como tilda la "vil agresión" sufrida por los ecologistas contra dos de las lanchas citadas anteriormente que han sufrido graves daños darán la vuelta al mundo y volverán a poner en evidencia, "para desgraciada de todos", la forma en que se desenvuelve el Gobierno de España con este asunto, "que no ha dudado en permitir que la Armada española embistiera sin miramientos a quienes desde el mar protestaban por el sinsentido de unas prospecciones petrolíferas que atentan contra el modo de vida de los canarios".