Repsol sigue adelante con el sondeo en busca de petróleo a unos 60 kilómetros de las costas canarias. El incidente ocurrido el sábado entre la Armada y Greenpeace no ha tenido ningún tipo de influencia sobre la planificación prevista por la compañía y esta misma semana comienza la toma de muestras con el inicio de las operaciones para bajar a 3.100 metros de profundidad. Los preparativos ya se realizan desde la misma llegada del buque a la zona para que a mediados de semana puedan empezar los trabajos.

Los dos barcos de apoyo al Rowan ya realizaron su primer viaje desde la base logística ubicada en el Puerto de La Luz para descargar al material y también se está trasladando al personal que se encargará de la operación. El barco fletado por Repsol llegó la madrugada del sábado a la cuadrícula Sandía con 130 personas y ayer finalizó el día con cerca de 200 personas a bordo.

Que el sondeo sigue adelante sin problemas lo demuestra el hecho de que ayer, además de la carga y descarga de material y el traslado de personal, también se bajó una cámara subacuática para realizar un reconocimiento del fondo del mar. Esta operación ya se hizo en el estudio del fondo marino que formó parte del estudio de impacto medioambiental. Tanto los dos barcos de apoyo como el que cuenta con los observadores de cetéceos se encuentran en la zona y se irán trasladando a la base de La Luz a medida que se vayan desarrollando las operaciones.

El buque Rowan Renaissance se posicionó el sábado a dos millas y media del lugar exacto del mar donde se va a realizar la operación debido a la presencia en el mismo del barco Arctic Sunrise. La nave contratada por Repsol inició de inmediato las tareas de carga y descarga, se fue trasladando el personal y se fueron avanzando los preparativos del sondeo a la espera de que la organización ecologista desalojara la zona.

La Dirección General de la Marina Mercante ha establecido un área de exclusión del tráfico marítimo de una milla alrededor del Rowan por motivos de seguridad, pero el hecho de que el buque de la organización ecologista estuviera en el punto exacto donde se realizará el sondeo impidió en un primer momento que el barco de Repsol se situara en el mismo. La zona de exclusión es advertida a todos los barcos que transitan por esta zona del Atlántico cada cierto número de horas para evitar colisiones o problemas derivados de los trabajos que realiza el Rowan. Debido al establecimiento de esta zona de exclusión, son las autoridades las que deben velar por la seguridad, no Repsol.

La multinacional petrolera desarrolla sus trabajos según los plazos previstos al margen de que esté pendiente un recurso interpuesto por el Gobierno regional ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), en el que reclama la suspensión cautelar de las prospecciones. Sin embargo, Repsol recuerda que hasta ahora todos los pronunciamientos de los tribunales han sido contrarios a las tesis del Gobierno canario. El Tribunal Supremo ha fallado en varias ocasiones en contra de los argumentos tanto de la Comunidad Autónoma, como de los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote.

Las estimaciones de la compañía es que el sondeo en la cuadrícula Sandía se extienda alrededor de dos meses, con lo cual será a mediados del mes de enero cuando finalicen las catas que se realicen en el subsuelo marino de la zona. Las muestras que se recojan tras las exploraciones se analizarán y en función del resultado, y si es positivo, se realizaría el segundo sondeo autorizado en la cuadrícula denominada Chirimoya, según explica la petrolera.