La posible salida de José Miguel Bravo de Laguna del Partido Popular abre la posibilidad de que, a poco más de dos meses de que se celebren las elecciones autonómicas del 24 de mayo, se presente una moción de censura al presidente del Cabildo de Gran Canaria. Sin embargo, las probabilidades de que esto se produzca son muy bajas, porque tienen que ser los portavoces de los otros grupos presentes en la institución los que encabecen la propuesta. "No vemos a Román Rodríguez, ni a Carolina Darias ni a Fernando Bañolas encabezándola" debido a la proximidad de los comicios, afirman fuentes consultadas y menos cuando la actividad plenaria acaba en marzo.

En todo caso, como el Cabildo es una institución presidencialista si José Miguel Bravo de Laguna saliera de su formación política quedaría como presidente no adscrito, con sus compañeros del PP como consejeros.

Asumir las competencias

En este escenario, el propio presidente podría hacerse cargo de todas las consejerías, porque las competencias son delegadas, lo que, en opinión de las fuentes, obligaría a una moción de censura. "Eso sí, no pueden presentarla los consejeros sino que tiene que ser presentada por alguno de los que encabezaron las listas" de los otros partidos que forman la institución insular. En lo que queda de mandato, los miembros del Cabildo insular tendrán que acudir aún a dos plenos, uno de ellos ordinario y otro extraordinario. A la espera de lo que dictamine el PP o si el propio Bravo de Laguna decide abandonar su puesto entre los populares, las dudas se cernirían en la actuación tanto del presidente como de sus consejeros, que tendrían ante sí una papeleta difícil de lidiar.

Ya los consejeros del Cabildo grancanario del PP han manifestado que no van a secundar a Bravo de Laguna en si apuesta por concurrir con otra formación política a las elecciones. En ese caso causaría baja inmediata del partido con el que concurrió a los comicios.