Evaristo González Reyes está acostumbrado a pisar el Juzgado, pero no sólo por su condición de abogado. Tiene otras dos facetas recurrentes: querellante e investigado. Antes del ´caso Corredor´ ya tuvo problemas con el Juzgado número 2 de La Laguna, por motivos similares. Durante el último se descubrió que controla más de 200 tragaperras que arrojan unos beneficios mensuales que superan los 40.000 euros.