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Bravo de Laguna presenta su baja en el PP y lanza Unidos por Gran Canaria

El presidente del Cabildo no renuncia y confirma la alianza con Compromiso, Ciuca y el PDP

Bravo de Laguna, presidente del Cabildo, junto a Nardy Barrios fundadora de Compromiso por Gran Canaria. QUIQUE CURBELO.

El presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo de Laguna, presentó ayer su baja como militante del Partido Popular, que ayudó a fundar en 1989, a pesar de los ruegos de sus compañeros de formación para que reconsiderara una postura que estaba cantada desde hace días. Tras varias semanas de contactos con otras organizaciones políticas, Bravo de Laguna lanza hoy oficialmente la nueva coalición Unidos por Gran Canaria, con la que concurrirá a las elecciones del 24 de mayo como candidato a la Presidencia del Cabildo, el mismo cargo que ocupa en la actualidad con el PP, un partido en el que ha desempeñado los máximos puestos de responsabilidad, tanto orgánicos como públicos, tras su paso por la desaparecida UCD y el Partido Liberal.

Bravo de Laguna presenta la plataforma electoral Unidos por Gran Canaria en un acto en el que también intervendrán el presidente de Compromiso por Gran Canaria, José Francisco Pérez, el secretario general de Ciuca, Guillermo Reyes, y el presidente del Partido Demócrata Progresista, Aladino Suárez. Con estas tres formaciones, Unidos por Gran Canaria pretende posicionarse como una fuerza cuyo principal objetivo es la defensa de esta isla. De hecho, Bravo de Laguna comentó recientemente que sus denuncias, a lo largo de estos cuatro años de mandato, sobre los desequilibrios a favor de Tenerife y en detrimento de Gran Canaria le han costado que el PP no lo haya vuelto a designar candidato a la corporación insular.

La cúpula de los populares recibió con incredulidad la noticia de que el veterano político había decidido finalmente dar el paso para encabezar otra formación al no ser reelegido como cabeza de lista por el PP. En su lugar, José Manuel Soria designó a la diputada regional, Mercedés Roldós, y, a la que en un principio sonaba para sustituirlo, Australia Navarro, la nombró candidata al Parlamento.

Durante estos días, todos los dirigentesdel PP le han pedido que actúe con la misma generosidad que lo hizo el partido cuando lo rescató después de ocho años sin ejercer cargo público, y en las elecciones de 2011 lo apoyó como cabeza de lista al Cabildo. Precisamente Australia Navarro sonaba como candidata a esa institución y tuvo que apartarse para dejar paso a Bravo de Laguna.

Tampoco entienden sus compañeros del PP cómo un hombre que lo ha sido todo en el partido lo abandona de esta manera tan poco airosa. De hecho, Bravo de Laguna fue durante nueve años presidente del PP, desde 1991 a 1999, cargo al que renunció cuando perdió las elecciones de ese año como cabeza de lista al Parlamento y fue relevado por José Manuel Soria. Además, fue presidente del Parlamento de Canarias con los populares durante dos legislaturas.

La solicitud de baja presentada ayer por Bravo de Laguna evita a la dirección del PP tener que abrirle un expediente disciplinario y expulsarle, pero no resuelve la caótica situación en que queda el Cabildo de Gran Canaria a partir del próximo lunes. En previsión de la ruptura, la dirección popular ya había previsto la expulsión y la posterior reclamación para que entregue el acta.

Ante la evidencia de que no lo hará, el PP solicitará su salida inmediata del grupo y su pase a la condición de consejero no adscrito, un trayecto que también deberá realizar Aladino Suárez, el único representante del PP que ha seguido a Bravo de Laguna en su nueva aventura. Paradógicamente, Bravo de Laguna nunca ha otorgado responsabilidades de gobierno a Aladino Suárez, que desde que ocupó la plaza dejada por Rosa Rodríguez ha sido un mero espectador.

Los consejeros del PP afrontan los dos próximos meses como "un calvario", pues deben seguir las directrices de un presidente que se ha convertido en un adversario y que además tiene la potestad de destituirles en cualquier momento. La ventaja que tienen ambas partes es que no quedan asuntos de gran relevancia en lo que resta de mandato, salvo la aprobación del Plan Insular de Ordenación o el acuerdo con Red Eléctrica para el desarrollo de Chira-Soria, que previsiblemente saldrán por unanimidad. La oposición anuncia que se mantendrá al margen de esa batalla, pero ya busca temas que evidencien el desgobierno.

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