César Romero Pamparacuatro afronta un futuro incierto, al menos como instructor del caso Corredor, que afecta al candidato de CC a la Presidencia del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo. Y lo es después de que el principal imputado en la causa, el abogado y empresario de la noche lagunera, Evaristo González, haya logrado con su querella que el imputador pase a ser imputado. El jueves, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) admitía la denuncia de González y llamaba a declarar a Pamparacuatro, acusado de los presuntos delitos de retardo malicioso en la administración de justicia, infidelidad en la custodia de documentos y falsedad en documento público.
Esta decisión del TSJC supone, según la ley orgánica del Poder Judicial, que Pamparacuatro, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de La Laguna, quede apartado del proceso de forma automática. Pero ¿qué ocurrirá ahora? Según distintas fuentes judiciales, caben dos opciones: que el TSJC decida archivar la denuncia tras tomar declaración a Pamparacuatro si no observa ningún indicio de delito, por lo que retomaría el caso Corredor; o bien que sí vea indicios de delito y lo aparte definitivamente mientras lo lleva a juicio, por lo que la causa pasaría a Carmen Rosa Marrero, del Juzgado número 3 de La Laguna.
Según estas fuentes, será "muy complicado" probar que Pamparacuatro alargó el secreto de sumario durante dos años aposta para perjudicar a alguna de las partes al tratarse de un hecho tan interpretable y subjetivo. Sería excepcional que esto ocurriera aunque no la primera vez.
A finales de 2008, el polémico magistrado Fernando Ferrín Calamita fue condenado por el Tribunal Superior de Murcia por retardo malicioso en la administración de justicia, además de prevaricación. El Supremo ratificaría luego la sentencia y ampliaría la condena, de dos años y tres meses a 10 años de inhabilitación, por retrasar más de seis meses el trámite de adopción de una menor por parte de la esposa de la madre biológica de la pequeña. Dicha adopción fue "anormalmente desplazada en el tiempo", por el "conflicto que se planteó el juez Calamita entre la protección de la menor y las circunstancias de la adoptante y su cónyuge". Para Ferrín Calamita, esas circunstancias eran "problemáticas" porque "la promovente de la adopción era una mujer casada con otra mujer". La situación de Calamita, sin embargo, fue completamente excepcional -dejó que su postura contraria a los matrimonios de homosexuales, completamente legales, influyera en una decisión judicial- y nada tiene que ver, además, con la de César Romero Pamparacuatro.
Las fuentes consultadas admiten que es muy difícil explicar a la opinión pública que una persona imputada por múltiples y graves delitos, como ocurre con Evaristo González en el caso Corredor -asociación criminal, fraude a Hacienda, blanqueo de capitales, delito contra los derechos de los trabajadores, robo con fuerza, etc-, haya podido apartar al juez que lo investiga, más cuando González fue acusado en este y otros procesos de presunta sustracción de documentos y entorpecimiento. Pero es legal. Ahora, se le puede virar la tortilla y que finalmente González sea acusado de obstrucción. Su táctica ha sido tupir la causa con recursos y más recursos, enlodarla y sustraer presuntamente los autos de las escuchas.
