El millar de jubilados de Venezuela que residen en Canarias, tanto los trabajadores retirados de ese país como los emigrantes canarios retornados, comenzaron ayer a cobrar sus pensiones atrasadas. Según informó el Consulado de la República Bolivariana, los mayores recibieron el viernes una transferencia de 92 euros que correspondía a un aumento de sus pensiones del mes de diciembre. En tanto, ayer percibieron otros dos ingresos de 107 euros cada uno: uno retroactivo del mes de febrero y otro como adelanto de marzo, equivalentes a la equiparación de las pensiones al incremento del salario mínimo decretado por el Presidente Nicolás Maduro para este año. A esos 306 euros retroactivos se sumó la transferencia de las pensiones de febrero, que de media rondan los 718 euros.
La cónsul general de Venezuela en Canarias, María Elizabeth Seijo, destacó el esfuerzo realizado por el Gobierno Bolivariano para que los pensionados perciban sus jubilaciones y puso en valor el aumento de las pensiones, que a partir de este mes rondarán los 825 euros. Según las estimaciones del Gobierno venezolano, las pensiones de marzo podrían ser transferidas esta misma semana a los trabajadores retirados de ese país que residen en la Isla.
El Consulado pidió ayer a los pensionistas que revisen la cuenta bancaria donde perciben su paga para verificar los ingresos recientes y los realizados en los últimos meses por el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
No obstante, distintos colectivos de emigrantes y venezolanos residentes en Tenerife lamentaron ayer la falta de información que tienen los pensionistas, al asegurar que no saben qué es lo que ha ocurrido exactamente y por qué dejaron de cobrar sus pagas. Según el representante de la Unión Canario Venezolana, Agustín Rodríguez, las tres transferencias por el aumento de las pensiones han causado "cierta confusión" entre los jubilados "porque cuando acuden al banco a cobrar con sus libretas no se les específica a qué corresponde lo que perciben".
El Gobierno de la República Bolivariana ha admitido que el retraso en el pago de las pensiones se debió a la escasez de divisas extrajeras que sufre el país. El coordinador de Voluntad Popular en Canarias (partido político opositor al Gobierno chavista), Máximo Díaz-Estébanez, asegura que la falta de divisas "se ha acentuado por la caída del precio del petróleo, por la mala gestión económica del Ejecutivo y por el déficit que ha generado el excesivo nivel de gasto público que tiene el Gobierno, lo que ha hecho necesario recurrir a acreedores en el exterior con los que ahora hay que asumir compromisos de pagos".
Otro aspecto que preocupa es que pueda haber una devaluación de la moneda en Venezuela y que, de producirse, repercutiría de manera directa en las pensiones que se envían al exterior reduciendo su cuantía. También es crucial el tipo cambiario utilizado para transferir las pensiones. La nación sudamericana tiene un férreo control cambiario establecido por el Gobierno desde 2003 y cuatro tipos de cotización del dólar.
Hasta el momento, el Ejecutivo de la Octava Isla ha utilizado el tipo cambiario oficial, de 6,30 bolívares por dólar, a la hora de enviar las pensiones al exterior. Es el más beneficioso para los pensionistas, ya que es el que marca la menor brecha respecto al dólar y el euro pero su uso está limitado a rubros prioritarios, sobre todo de alimentación y salud. Con los otros tres tipos de cambio la cotización del dólar llega a los 190 bolívares.
