El 19 de marzo de 2014, a las 21,55 horas, un helicóptero Super Puma del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) del Ejército del Aire con cinco tripulantes a bordo se estrelló en el mar, a 31 millas al sureste de Morro Jable y a 34 al este de Vecindario (Gran Canaria), cuando regresaba de unas maniobras que realizaba junto a un barco de la Armada. Cuatro de sus cinco ocupantes -el capitán Daniel Pena, los tenientes Carmen Ortega y Sebastián Ruiz y el sargento Carlos Caramanzana- fallecieron y solo se salvó el teldense Jonhander Ojeda.

El suceso se produjo sobre las 21.55 horas cuando los cinco militares que viajaban en el helicóptero, un piloto, un copiloto, un operador de grúa y dos rescatadores, realizaban unas prácticas nocturnas junto al barco Meteoro de la Armada Española y poco antes de volver a la base. El ejercicio consistía en un amerizaje controlado de la aeronave en alta mar.

Era un entrenamiento más, de tantos, que acabó convertido en tragedia. La búsqueda del helicóptero duró semanas y finalmente fue localizado y rescatado con los cuerpos un mes después, un mes de angustiosa espera para las familias.