Canarias tiene todas las condiciones a su favor para ser el centro catalizador del desarrollo económico y comercial de África Occidental. La cercanía, unos servicios de nivel europeo, seguridad jurídica e infraestructuras de primer orden para las conexiones marítimas y aéreas se encuentran entre las principales ventajas con las que cuenta el Archipiélago. Sin embargo, las Islas también presentan debilidades detectadas en estos años y que aún están por resolver para consolidar las expectativas que se han abierto por el relanzamiento de las relaciones con Estados Unidos, cuya estrategia de acercamiento al continente africano es una oportunidad inmejorable para Canarias de ser la plataforma logística y de negocios que tantos años se lleva reivindicando.
La principal asignatura pendiente sigue siendo el establecimiento de conexiones aéreas directas con EEUU y con los países de África Occidental. Una de las claves del ambicioso programa anunciado por el Gobierno norteamericano que supondrá inversiones en el continente africano por valor de 24.000 millones de euros es la necesidad de incrementar las actualmente escasas conexiones aéreas entre ambas partes del mundo. En el presente, los vuelos desde EEUU y Canadá hacia África hacen mayormente escala en hubs europeos como Londres, Fráncfort y París, o en aeropuertos como el de Dubai o Casablanca.
Volar desde América del Norte a Canarias permitiría hacer vuelos más directos y menos costosos. Esta es una las principales peticiones norteamericanas y así ha quedado reflejado en las conversaciones mantenidas con las autoridades estadounidenses por parte del Gobierno canario y en varios informes realizados para analizar la situación de las relaciones entre el Archipiélago y la potencia americana.
En un informe realizado por la Cámara de Comercio de EEUU en España se recoge que "este déficit de conexiones aéreas sitúa a Canarias en desventaja frente a Casablanca y numerosas capitales africanas y europeas" a la hora de albergar servicios que requieren viajar con cierta frecuencia a uno y otro lado del Atlántico.
La necesidad de mejorar la conectividad aérea con África desde Canarias y como lugar de paso de vuelos intercontinentales es una reivindicación que la Comunidad Autónoma tiene sobre la mesa desde hace años. "Hemos de trabajar algunos flancos débiles, en concreto la conectividad aérea y marítima. No podemos completar este ambicioso proyecto de expansión económica si no contamos con unas conexiones adecuadas con todos los países del África Occidental, algo que sí tiene la ciudad marroquí de Casablanca, nuestro principal competidor. Hemos avanzado mucho en los últimos años, especialmente gracias a la iniciativa de compañías privadas canarias, pero debemos profundizar en esta línea de trabajo para ser realmente competitivos", escribía hace algún tiempo el presidente Paulino Rivero en su blog.
Pero también el informe realizado por el excomisario Pedro Solbes sobre las regiones ultraperiféricas (RUP) incide en este aspecto. El que fuera ministro de Economía del Gobierno español afirma en su informe: "con el fin de facilitar los intercambios, la internacionalización de las empresas y el desarrollo de plataformas logísticas, podrían establecerse obligaciones de servicio público entre las RUP y los terceros países y territorios vecinos, de acuerdo con éstos, así como un marco específico para las ayudas al transporte entre estas regiones y los países y territorios vecinos".
Transbordos marítimos
Los puertos canarios, sobre todo el Puerto de La Luz, ya están jugando en este sentido un papel de centro de transbordo marítimo entre América y Europa con África Occidental. Desde hace varios años los grandes portacontenedores procedentes de los puertos americanos o europeos realizan operaciones de transbordo en las terminales de La Luz en su ruta hacia el continente africano o viceversa.
Para que el Archipiélago se pueda convertir en un centro de tránsito aéreo entre EEUU y África Occidental sería necesario, según la óptica norteamericana, que haya una promoción adecuada y, sobre todo, que se implante la llamada quinta libertad para los aeropuertos canarios, que consiste en el derecho que tendría una aerolínea de un tercer país a embarcar y desembarcar pasajeros y carga en escalas intermedias entre los puntos de origen y destino de una ruta.
El impulso de la quinta libertad ha sido también una petición constante del Ejecutivo regional tanto ante las autoridades de la Comisión Europea como ante el Gobierno central. Frente a la petición de que sea una autorización generalizada, por ahora este derecho se realiza a través de acuerdo bilaterales y por rutas. Ya hay líneas africanas y europeas que han mostrado interés en realizar en los aeropuertos canarios transbordos de pasajeros y mercanías entre el origen y el destino.
Otra de las debilidades que necesita mejorar Canarias para consolidarse como centro logístico es el de los costes de almacén y mano de obra, teniendo en cuenta que se encuentra cerca de un entorno donde los costes son mucho más bajos. Las Islas cuentan con la ventaja de tener unas infraestructuras logísticas de calidad europea, un régimen fiscal atractivo, cercanía geográfica y seguridad tanto política como jurídica. Por ello también se demanda una mayor disminución de los costes de la mano de obra portuaria y un incremento de la productividad de la estiba, aspectos que son motivo de permanente negociación entre las empresas y los trabajadores portuarios. Vinculada a esta demanda figura asimismo la puesta a disposición de suelo preparado para actividades logísticas en condiciones favorables de precio y situación.
Las telecomunicaciones están llamadas a convertirse en un sector esencial en esta relación creciente entre EEUU y África. Los norteamericanos ven a priori a las Islas como un lugar atractivo para convertirse en un centro de telecomunicaciones, pero aún el papel del Archipiélago en este aspecto es una potencialidad porque sería necesario que se establecieran más operadores y hubiese más competencia, con el fin de que las empresas interesadas en establecerse en las Islas tuviesen para elegir entre una oferta más variada y con costes competitivos en los servicios de conectividad. Para los norteamericanos salvar estas dificultades fomenta el establecimiento de centros de decisión de empresas y corporaciones.
La formación es uno de los ejes pendientes para que Canarias afiance su papel en el entorno africano. La cualificación de los residentes en Canarias y el conocimiento de idiomas -inglés y francés son esenciales- son dos cuestiones relevantes que han lastrado una parte de las expectativas para que el Archipiélago cumpla su papel de centro de operaciones entre América y África.
El personal especializado en las Islas en los sectores que demandan estas empresas es aún poco en relación con las necesidades que se requieren, por lo que el esfuerzo en educación y formación es básico para que el personal no provenga mayoritariamente de otras latitudes.
El trabajo final del informe Canarias 20. Tendencias económicas y sociales en los próximos 20 años, elaborado el pasado año por las dos universidades canarias, detecta entre las debilidades de Canarias para consolidar su papel de base logística internacional cuestiones como la alta tasa de abandono escolar, los bajos niveles de emprendeduría, la aún reducida innovación en nuevos modelos de negocio y la escasa presencia en mercados africanos.
El Régimen Económico y Fiscal (REF), cuya parte fiscal se ha reformado recientemente, ofrece nuevas posibilidades para que las demandas de las empresas norteamericanas se vayan convirtiendo en hechos reales. Sin embargo, parte del empresariado y de los inversores canarios no han terminado de quedar totalmente satisfechos y esperan que en la reforma de la parte económica del REF se completen las peticiones que se han realizado para potenciar la internacionalización de la economía de las Islas. En un informe elaborado por el Centro Atlántico de Pensamiento Estratégico (Catpe) cuando aún se estaba negociando el régimen fiscal se proponía como uno de los principales ejes estratégicos de desarrollo del nuevo REF la potenciación de la acción exterior, con la conectividad como elemento esencial del desarrollo económico de las Islas. Por ello reclamaba que se permitiera utilizar las ayudas de Estado para crear nuevas líneas de tráfico marítimo con la costa occidental de África y favorecer la apertura de rutas de transporte aéreo a destinos prioritarios desde Canarias, África Occidental y América.
