El presidente del Gobierno, Paulino Rivero, y el portavoz socialista en el Parlamento, Manuel Fajardo, remataron la faena en el último pleno ordinario de la legislatura. Los dos dedicaron una de las preguntas de la sesión a elogiarse mutuamente por haber convivido políticamente durante cuatro años en paz y armonía. De hecho, el dirigente socialista fue más allá y no sólo alabó la gestión de las áreas controladas por su partido, sino que defendió la gestión social y sanitaria del Ejecutivo pese a las críticas que han recibido las consejeras Inés Rojas y Brígida Mendoza tanto desde los colectivos afectados como desde diferentes miembros de los partidos que respaldan al Gobierno.
Rivero y Fajardo sacaron a relucir una vez más el "dique de contención" que ha sido el pacto de nacionalistas y socialistas frente a los recortes procedentes del PP desde el Gobierno central. "El Gobierno ha sido un ejemplo de austeridad, trabajo, proximidad y honestidad", presumió el jefe del Ejecutivo regional.
El portavoz del PSC aseguró que el pacto ha mejorado notablemente el sistema educativo canario, ha duplicado el número de dependientes atendidos, ha mejorado las infraestructuras sanitarias y ha incrementado un 20% los recursos contra la pobreza. "Este Gobierno no se ha resignado frente a las listas de espera y el desempleo", afirmó Fajardo leyendo textualmente su intervención en el pleno. Tampoco se olvidó el dirigente socialista de dos de los principales logros de la Consejería de Educación que dirige su jefe de filas, José Miguel Pérez, como son la apertura de los comedores escolares todo el año y el aumento de las becas para contrarrestar las restricciones del ministro Wert.
La justicia social es la principal seña de identidad abanderada por este gobierno, según Paulino Rivero. La cohesión social frente a los recortes sociales y de los servicios públicos.
Y la idea que tanto nacionalistas como socialistas llevan diciendo de forma insistente desde hace algún tiempo: el primer Gobierno de la etapa autonómica que llega hasta el final de la legislatura, lo que es un ejemplo de estabilidad política en estos tiempos de crisis. Con loas y alabanzas mutuas el tándem Rivero-Pérez deja la primera línea de la actividad política, a la espera de comprobar si el próximo Ejecutivo llegará a su altura.
