La reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias volverá al Congreso ocho años después de su retirada y también sin consenso en el Parlamento regional, ya que el PP, como ocurrió en 2006, no respaldó ayer la propuesta acordada por el pacto entre nacionalistas y socialistas. Los tres diputados del grupo Mixto se abstuvieron en la votación del texto. Los populares advirtieron que el texto será rechazado por su mayoría absoluta en la Cámara Baja y el presidente, Paulino Rivero, advirtió que se esperará a después de las elecciones generales para negociar el Estatuto con las "nuevas mayorías" que salgan de las urnas.

Los socios del pacto de gobierno presentaron un texto sin la participación del PP ni del grupo mixto, que se negaron a entrar en la ponencia y en la comisión tras la comunicación del proyecto por parte del Ejecutivo. Los portavoces socialistas y nacionalistas insistieron en que la base del texto es la de la propuesta de 2006, con el añadido de las enmiendas pactadas en su momento con el PP en el Congreso de los Diputados.

Pese a ello, el portavoz de los populares, Miguel Cabrera Pérez-Camacho, criticó la iniciativa estatutaria por venir de un pacto "sin credibilidad" con la finalidad de desviar la atención sobre la "nefasta gestión" del Ejecutivo en estos cuatro años. Cabrera recordó que hace nueve años la situación era totalmente diferente a la actual.

"Jamás vamos a dar a un presidente la potestad de disolver el Parlamento ni gobernar por decreto-ley, tendríamos que estar hartos de grifa", sentenció el dirigente del PP. Por eso aseguró que el Congreso desestimará la propuesta proveniente de la Comunidad Autónoma.

Por su parte, Román Rodríguez, sí está por profundizar en el autogobierno para Canarias pero rechazó el momento y las formas en las que se ha producido esta reforma. Denunció que el debate sobre el Estatuto se ha realizado en los "despachos" sin respaldo de la población. "Ahora cuando quedan días para convocar las elecciones se envía un Estatuto cuando se sabe que el Congreso lo va a rechazar", criticó Rodríguez.

El presidente del Gobierno, Paulino Rivero, cree que enviar la reforma del Estatuto ahora sí es "oportuno" porque es necesario que Canarias tenga un Régimen Económico y Fiscal (REF) con suficiente seguridad jurídica, que las Islas tengan garantizada una financiación autonómica suficiente y que se contemple el estatus de región ultraperiférica que ya tiene en los tratados de la Unión Europea.

Rivero aseguró que el texto no decae en el Congreso aunque finalice la legislatura y se convoquen elecciones, ya que no hay tiempo para que se tome en consideración en el actual periodo de sesiones. Por ello el jefe del Ejecutivo confía en que tras los comicios generales el texto canario pueda salir adelante.

Una de las cuestiones que recoge la reforma aprobada ayer es la modificación del sistema electoral, cuestión que fue la que rompió las negociaciones en el Congreso en 2007 y que finalmente dio al traste con aquella reforma. Según el texto actual, se rebajan las barreras electorales y se crea una circunscripción regional. También faculta al presidente a disolver el Parlamento y al Ejecutivo a promulgar decretos leyes.