La laboriosa actividad desplegada en los últimos días en Madrid por la candidata socialista a la Presidencia de Canarias, Patricia Hernández, para tratar de forzar cambios en las listas electorales de su partido al Parlamento regional en los autonómicas del 24-M ha dado algunos resultados. Los contactos iniciados el martes con el secretario de Organización, César Luena, se mantenían aún en la tarde de ayer sin que se hubiera cerrado un acuerdo definitivo, pero tras haber pactado al menos sendas modificaciones en las planchas de La Palma y Lanzarote, según fuentes cercanas a la negociación.
El principio de acuerdo, sobre el que las fuentes consultadas no precisaron los nombres a los que afectaba, deberá corroborarse hoy en la reunión de la comisión federal de listas, en las que se abordará precisamente la propuesta canaria para concurrir en las elecciones al Parlamento.
Hernández está llevando a cabo con total discreción y absoluto mutismo esta negociación con Ferraz para tratar de conseguir lo que ella considera mejoras en las listas aprobadas por el Comité Regional el pasado sábado, y de las que fueron excluidos de puestos de salida la mayoría de sus afines. El cierre definitivo de las planchas en la comisión de listas de hoy deberá ser refrendado por el Comité Federal de mañana sábado.
Los negociadores trataban de consensuar ayer un nombre para el número dos por La Palma tras la renuncia de los colocados en segundo y tercer lugar en esa isla, Jaime Carreres y Dolores Padilla, respectivamente, mientras que se daba por segura alguna modificación en los puestos de la candidatura por Lanzarote, donde Marcos Hernández, afín a la candidata, ocupa una irrelevante cuarta posición.
La candidata del PSC ha tratado durante estos días de convencer a Luena y a distintos miembros de la comisión de listas que las planchas aprobadas por el Comité Regional no sólo se habían elaborado a sus espaldas y sin negociación previa, sino también sin respetar las votaciones en las asambleas locales. Además, sostiene que contienen algunas lagunas importantes en cuanto a su perfil técnico-político. Según Hernández, las personas propuestas en puestos de salida no alcanzan para cubrir adecuadamente las distintas parcelas sectoriales en el futuro grupo parlamentario y exigían nombres de consenso.
En principio, Luena y la dirección federal han sido sensibles a sus planteamientos y le garantizaron desde el principio algunos cambios, también porque algunas de las listas insulares se elaboraron sin respetar acuerdos previos con Ferraz en cuanto a los criterios de elaboración y ordenación de nombres. Las quejas de Hernández ante la dirección federal no alcanzaban sin embargo a pretender cambios importantes en las listas, consciente de que los ajustes por parte de los órganos federales siempre son muy limitados, tienen que estar justificados y argumentados, y nunca pueden suponer una desautorización expresa de las decisiones de la dirección regional porque ello podría crear una crisis interna inasumible a unas semanas de las elecciones.
Por esta razón, pese a su contrariedad por haber perdido el pulso en Tenerife y Gran Canaria en relación con los primeros puestos de ambas planchas, Hernández no ha cuestionado en Madrid que sus dos contrincantes en las primarias del pasado mes de octubre ocupen puestos relevantes en ambas islas, Gustavo Matos como número dos en la plancha tinerfeña tras ella misma pero por delante de Manuel Fumero, por el que apostaba la candidata, y Carolina Darias encabezando la lista grancanaria. Sí pretendía que Roberto Moreno, uno de sus allegados, mejorara su posición en Gran Canaria y no un cuarto puesto que podría dejarle sin escaño.
