El fuel mancha la costa de Gran Canaria. La alarma saltó a las 13.30 horas de ayer, cuando un helicóptero del Grupo de Emergencia y Salvamento del Gobierno de Canarias avistó un reguero de combustible frente a la costa de Veneguera, espacio protegido como parte del Parque Rural del Nublo, mientras realizaba un vuelo de control de especies dañadas. El vertido, según informó en la tarde de ayer la ministra de Fomento, Ana Pastor, ocupa cuatro kilómetros de largo y se encontraba en ese momento a tres kilómetros del litoral. Las primeras galletas de piche alcanzaron tierra a media tarde y obligó a Fomento a elevar la situación de emergencia al nivel dos.

"No tenemos constancia de que estos restos procedan del lugar del hundimiento del pesquero, pero estamos trabajando como si lo fueran", declaró Pastor, después de indicar que se han recogido muestras en distintos puntos para determinar el tipo y el origen de este fuel. Estas han sido enviadas a Madrid y los resultados tardarán cuatro días en conocerse. "Los técnicos nos dicen que el vertido contiene pequeñas manchas de fuel, restos de basura, se mueve en una corriente rectilínea, se extiende durante cuatro kilómetros y no es continua. Es decir, está formada por pequeñas áreas diseminadas", añadió la titular de Fomento, junto a Javier González Ortiz, consejero de Hacienda, Economía y Seguridad del Ejecutivo regional.

Fomento desplazó a la zona cuatro de los buques destinados a las labores de limpieza del combustible que fluye del Oleg Naydenov tras su hundimiento a 24 kilómetros de la Punta de Maspalomas. Estos recogieron 400 litros de una mezcla entre carburante y agua. Sin embargo las tareas de extracción se suspendieron ante la falta de visibilidad. Hasta entonces se observaron regueros de madera, basura y hidrocarburo.

Greenpeace sostiene que este fuel procede del pesquero ruso hundido hace nueve días y de emanaciones recientes que nada tiene que ver con la mancha que se dirige Atlántico adentro y se encuentra ya a 197 kilómetros de Gran Canaria. Los ecologistas argumentan que al centrarse las tareas de vigilancia en los movimientos de esa mancha principal los responsables del operativo perdieron de vista el desplazamiento en el área del hundimiento. Jesús Cisneros, profesor en Contaminación Marina de la ULPGC, es de la misma opinión. Sostiene que los remolinos ciclónicos que actúan sobre las corrientes en esta parte de la Isla desembocan, precisamente, en el punto en el que ha aparecido el vertido. Este especialista también apunta al arrastrero como causa posible y señala que, pese a que el viento es variable en la zona, es habitual el componente oeste. Es decir, en dirección a tierra.

Ana Pastor aseguró que, a pesar del temor inicial, este vertido se dirigía ayer en "dirección mar adentro, por el comportamiento de las corrientes". Aunque, después puntualizó que esta dinámica puede variar, "en muy poco tiempo" e hizo hincapié en el riesgo que implican los remolinos que se forman en las corrientes marinas como posible causa de su llegada a la costa.

La cofradía de pescadores de Arguineguín ya había alertado, el martes pasado, de la presencia de una mancha de combustible a 15 kilómetros de la costa de Mogán. La ministra Pastor aseguró desconocer si se trataba de un segundo vertido o si es el mismo que ha llegado a Veneguera. "No tenemos constancia de una segunda mancha", expuso la titular de Fomento.

Medios en la zona

Nada más detectar el riesgo para la costa grancanaria, se movilizó la patrullera Salvamar Talia. Este fue el primer buque en llegar a la zona afectada. "Esta embarcación encontró dos regueros que contienen restos de fuel de diversos tamaños", explicó Pastor. La Luz de Mar se unió a la operación en segundo lugar. Este barco desplegó su maquinaria de extracción, con capacidad para la recogida de 287 metros cúbicos de fuel. A diferencia de lo ocurrido en alta mar, este navío encontró mejores condiciones en la zona afectada y pudo empezar a limpiar.

La Salvamar Alpheratz también está colaborando en esta tarea. Lo hizo, durante la tarde de ayer, en el punto más próximo a tierra. Por último, el Miguel de Cervantes y el Punta Salinas se unieron al operativo.

El Crampian Surveyor, el navío científico contratado a la empresa noruega Otech, quedó solo en la zona del hundimiento centrado en las labores de acceso al pesquero por medio de un robot submarino.

Desde el aire, según Ana Pastor, los medios aéreos vigilan las zonas en las que intervienen los remolinos submarinos. La comunidad científica canaria ya advirtió de este fenómeno desde el día del hundimiento del pesquero ruso. "Tenemos tanto los aviones Sasemar 101 y 305, como los helicópteros de la Comunidad Autónoma y la Guarda Civil preparados para vigilar y tener permanentemente controlada la costa ante la posibilidad de que pueda aparecer una nueva mancha dispersa", aseguró Pastor.

Las distintas administraciones están cooperando en esta emergencia a partir del Plan Territorial de Emergencia del Gobierno de Canarias y el de Ribera del Ministerio de Medio Ambiente, ambos en funcionamiento desde la semana pasada. Ayer se iniciaron la primeras tareas para coordinar un dispositivo de voluntarios para la actuación de limpieza en el litoral. Además, hoy se celebra una reunión del Grupo de Coordinación Territorial con los municipios de Mogán, San Bartolomé y Santa Lucía de Tirajana, al ser los que pueden verse afectados. Esta colaboración pretende organizar los recursos de limpieza que puedan ser necesarios. Pese a que los esfuerzos de Fomento y el Gobierno regional se centran en evitar que el grueso del vertido toque tierra, el litoral empieza a mancharse.