El grancanario José María Díaz, fundador de la ONG Educanepal, ha calificado este lunes la situación en Katmandú de "absoluto caos". Díaz se encontraba el sábado pasado en la capital nepalí cuando tuvo lugar un terremoto que causó miles de víctimas mortales.

El profesor grancanario se encuentra refugiado en la embajada española. "Vamos a necesitar reconstruir colegios y albergar a niñas/os que han quedado sin familia y sin hogar", publica este lunes en la página web de la organización. Facilitan a su vez el número de cuenta de Educanepal (ES03-2038-7292-19-6000226258) para todos aquellos que quieran apoyar a los afectados por el terremoto. "Quien nos conoce sabe perfectamente que nos encargaremos de que la ayuda llegue a quien tiene que llegar. Cualquier aportación es indispensable en este momento", apuntan.

Canarios en la tragedia

José María Díaz es uno de los canarios que han vivido en primera persona la tragedia. Como él, se encuentra Alfonso Muñoz junto a su padre y hermana. "Fue todo como una atracción de feria. Tuvimos suerte de que no se nos cayera un muro", recuerda Muñoz. Por su parte, el canario Javier Díez y su novia comentan que habían contratado un avión el mismo sábado del seísmo para sobrevolar el Everest "pero se suspendió porque en la zona había muy mal tiempo".

"Desde el taxi que nos trasladó del hotel al aeropuerto pudimos ver cadáveres en la calle, recuperados de entre las ruinas por los equipos de rescate", añade Díez, que viajó a Nepal para practicar deportes de aventura.

Noches a la intemperie

Decenas de miles de niños y sus familias afectados por el terremoto en Nepal duermen en las calles enfrentándose a las bajas temperaturas y a las lluvias tras haber perdido sus casas, por lo que las organizaciones temen que puedan sufrir hipotermia. Según Save the Children, muchos hogares han quedado dañados o destruidos y las personas que conservan sus casas tienen miedo a dormir dentro por las posibles réplicas del terremoto, tal y como ha explicado, en un comunicado, el director adjunto de la ONG en Nepal, Roger Hodgson.

La ONG, que trabaja en Nepal desde 1976, indica que decenas de miles de familias con niños pasan tanto en Katmandú como en otras zonas afectadas por el seísmo, las noches a la intemperie, bajo carpas muy finas. "Estamos especialmente preocupados por los niños pequeños, que son los más vulnerables a las bajas temperaturas y podrían sufrir hipotermia", afirma Hodgson.