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Un metanero nutrirá de GNL a los navíos en fondeo desde Granadilla

El proyecto cuenta con el apoyo de la UE y prevé instalar depósitos de almacenamiento

La autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha conseguido que la Unión Europea subvencione un proyecto para la introducción de gas natural licuado (GNL) en Canarias para suministro como combustible a buques y vehículos, entre otros usos. Independientemente de la regasificadora que se construirá en Granadilla para alimentar de gas a la central eléctrica de esta zona, a fin de producir electricidad y dejar de quemar fuel, la Autoridad Portuaria tiene su propio proyecto para abastecer de GNL a las embarcaciones en fondeo a través de barcos metaneros. Cuenta con un apoyo de 300.000 euros de la Unión Europea.

Consiste en poner depósitos en Granadilla de 300.000 toneladas para carga y descarga. Un barco metanero se encargará de traer el GNL y barcos feeders -gaseros de menor capacidad- cargarán el gas de los tanques y lo distribuirán a las embarcaciones en fondeo o incluso a las del Puerto de Santa Cruz. La concesión será para una empresa privada.

Para Rodríguez Zaragoza, Canarias es un punto neurálgico para el repostaje de gas para América y África, y más teniendo en cuenta que la UE obliga a los barcos a quemar este combustible en vez de fuel, indica. "Somos el último puerto europeo cerca de los dos continentes y estaremos preparados para abastecer a los buques cuando el uso del gas sea obligatorio", subraya. En el año 2020, la UE exigirá que los barcos empleen un combustible más respetuoso con el medio ambiente, como el GNL.

"Ya hay cinco cruceros que se están construyendo para usar el gas como combustible, que puede generar un ahorro de un 40% con respecto al uso del fuel y daña menos el medio ambiente", añade. Rodríguez Zaragoza alude a la eficiencia del GNL también en velocidad. El buque Francisco cruza a el Río de la Plata en un trayecto de 200 kilómetros entre Buenos Aires y Montevideo en poco más de dos horas. Este ferry de pasajeros presume de ser el más rápido del mundo, con una velocidad de 52 nudos, (107 kilómetros hora) y lo hace con turbinas de gas natural licuado de General Electric, reduciendo hasta en un 90% sus emisiones.

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