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Energía El debate sobre la entrada de gas en las Islas

El Puerto de La Luz instalará una planta de gas para suministrar a los barcos

Una directiva europea obliga a crear infraestructuras para el repostaje de buques, que han de incrementar el uso de este combustible en sustitución del petróleo

El Puerto de La Luz instalará una planta de gas para suministrar a los barcos

El puerto de Las Palmas prevé sacar un concurso público para la instalación de una planta de gas natural licuado (GNL) para suministrar este combustible fósil a los barcos, que por normativa comunitaria deben ir usando esta fuente energética a fin de minimizar la dependencia del petróleo y mitigar así el impacto ambiental a partir del año 2020. El gas natural licuado no contiene azufre, reduce las emisiones de CO2 y las partículas sólidas, además de ser más económico que el fuel.

La Directiva Europea sobre uso de Combustibles Alternativos en el Transporte, de octubre de 2014, establece la creación de infraestructuras en los Estados miembros, para que exista un número adecuado de puntos de repostaje de gas natural licuado en los puertos marítimos, a fin de que las embarcaciones de GNL puedan circular a través de una red básica que debe estar disponible antes de 2030. Once puertos españoles están obligados a contar con estas infraestructuras, entre ellos el de Las Palmas.

El gas natural licuado es el mismo que se usaría en la regasificadora del Polígono de Arinaga para nutrir a la central eléctrica de Juan Grande, y sus tanques de almacenamiento podrían servir de repostaje para los barcos así como lugar de carga y descarga del GNL. El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, se opone a la implantación de la regasificadora, al considerar que dilataría el desarrollo de las energías renovables y que las instalaciones no cumplen la distancia mínima con las industrias del polígono y la población ni con el impacto medioambiental.

El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, señala que la planta del puerto capitalino para el suministro a los barcos será, en principio, "pequeña", para lo que "a corto plazo" va a a elaborar un plan técnico de viabilidad y buscar la mejor parcela para su ubicación. Aún desconoce qué requisitos pondrá en el concurso pero según la directiva europea los puntos de repostaje deben contener una infraestructura adecuada, como un tanque de almacenamiento de GNL y las consiguientes canalizaciones para el suministro a los barcos, que cada vez más se tendrán que adaptar a este combustible menos contaminante, costoso y más competitivo.

El Puerto de la Luz, a diferencia de las regasificadoras de Granadilla, en Tenerife, o la prevista para Arinaga, sólo deberá disponer, por tanto, de un lugar de almacenamiento para repostar. El gas natural procede de numerosos países, como EE UU, Rusia, Venezuela, Nigeria, Argelia o Emiratos Árabes. Para su traslado, se pasa de gas a líquido, extrayéndosele el calor hasta llegar a menos 160 grados, y ese gas natural licuado se transporta en buques metaneros hasta los puertos de destino. En el caso de la regasificadoras, el GNL se descarga en tanques y en una planta se procede a su vaporización para que vuelva a su estado gaseoso y se distribuya a través de gaseoductos a las centrales eléctricas, como Juan Grande, a fin de que generen electricidad con su combustión, sustituyendo al fuel.

Para el uso marítimo, se suministra en ese mismo estado líquido a los barcos que tienen sus propios métodos para reconvertirlo. Por ello, en el Puerto de la Luz no se hará, en principio, una planta regasificadora sino solo de almacenamiento y suministro del GNL para barcos. "Nuestro objetivo es que lo desarrolle una empresa privada y que se encargue de las infraestructuras", señala el presidente de la Autoridad Portuaria, quien recalca que es "una imposición de Europa tener una red básica de repostaje".

500 barcos en 2020

Luis Ibarra indica que ya se está aplicando en los puertos del Norte de Europa y se tiene que desarrollar paulatinamente en todos los puertos europeos. Incluso, analiza la posibilidad de acogerse a subvenciones europeas como lo ha hecho ya la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife para un proyecto de repostaje en fondeo a través de un barco metanero. Actualmente, existen 50 barcos propulsados por GNL en el mundo, hay otros 31 en construcción y se estima que en 2020 haya más de 500 en operación.

España se ha convertido en un centro logístico para este tipo de negocio. Numerosos metaneros internacionales están usando las regasificadoras españolas también para la carga y descarga del gas, un negocio que ha sido una forma de dar trabajo a estas plantas españolas, que llevan años infrautilizadas por el bajón del consumo por la crisis económica. El país dispone el 36,5% de la capacidad europea de almacenamiento del GNL en sus seis regasificadoras activas -otra planta en Gijón está en hibernación- de las 23 que tiene Europa. La regasificadora de Granadilla se pondrá en marcha en 2018.

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