Más gordo y más alto. Así vio Alba Amaro a su padre después de pasar cinco meses alejada de él. José Amaro Lorenzo cumplió una misión en Malí desde marzo y ayer, junto a 25 compañeros, regresó a las Islas y pudo reunirse con su hija de nueve años, que no dudó en colocarse su casco y abrazarlo.

El avión Hércules que transportó a los militares de vuelta a casa aterrizó en el aeropuerto de Los Rodeos con una hora y media de adelanto. En tierra, decenas de familiares les esperaban ansiosos.

Los 26 pertenecen al Cuartel General del Mando de Canarias, el Regimiento de Infantería Ligera Tenerife 49, el Regimiento de Artillería Antiaérea nº 94 y el Batallón de Helicópteros de Maniobra VI. Durante estos cinco meses han adiestrado a las Fuerzas Armadas del país africano, para dar mayor estabilidad al Gobierno maliense.

España ha desplegado personal en la capital del país, Bamako, y en Koulikoro. El territorio se encuentra amenazado por milicias sublevadas y grupos terroristas que dominan el norte del país. Entre las tareas que llevaron a cabo estuvo el entrenamiento de los grupos tácticos del Ejército maliense antes de entrar en combate, el adiestramiento después de volver de la zona de conflicto y la instrucción de los suboficiales.

Experiencia enriquecedora

El militar Amaro aseguró ayer poco después de aterrizar en el aeropuerto que la relación con las tropas de aquel país fue extraordinaria. "Todo el personal maliense de la base lloró cuando nos marchamos, nos acogieron muy bien", apuntó. Esta es su primera misión en el extranjero y aseguró que ha sido una experiencia enriquecedora.

A pesar de asegurar que estar lejos de su familia ha sido una de las cosas más duras de esta tarea, "lo pasan mucho peor los que se quedan allí". Su hermana Dácil le dio la razón y aunque esta no es una de las misiones más peligrosas a las que se enfrentan los militares en el extranjero, saben "que no van de vacaciones". Para ella, poder hablar con su hermano era al mismo tiempo un alivio y una fuente de angustia. "Se pasa mal, es muy complicado", expresó.

Mercedes Benítez es madre del sargento Israel Velasco y no era la primera vez que sufría este tipo de separación. Antes ya lo había visto partir a Afganistán y Bosnia, pero estar separada de él no ha sido más fácil por ello. "Siempre nos decía que todo iba bien y ha venido muy contento, pero para nosotros ha sido difícil tenerle lejos", expresó momentos después de recibirlo en Los Rodeos.

El contingente al mando del coronel Juan Sevilla fue recibido por el teniente general jefe del Mando de Canarias, Pedro Galán, quien en sus palabras de bienvenida destacó "el espíritu de sacrificio y la dedicación demostrada en la misión, cumpliendo incluso por encima de lo exigido". Los 26 militares canarios formaron parte de los 150 soldados aportados por España a la misión europea EUTM Malí, creada para ayudar a mantener la estabilidad del país.