Coalición Canaria está demorando el nombramiento de cargos intermedios del PSOE en el Ejecutivo canario por la tensa situación que se vive en el Cabildo lanzaroteño, después de que los consejeros socialistas decidieran el pasado mes no incorporarse al grupo de gobierno de la corporación insular, presidido por el nacionalista Pedro San Ginés, que se ha quedado en minoría.
La designación del socialista Manuel Fajardo como viceconsejero de Justicia se quedó sobre la mesa en el último Consejo de Gobierno, celebrado el pasado jueves. Fajardo, que fue diputado por la isla de Lanzarote en el Parlamento canario en la anterior legislatura y portavoz del grupo socialista en la Cámara, cuenta con el apoyo de la dirección del PSOE en la Isla para el cargo en el Gobierno canario, presidido por Fernando Clavijo, pero su nombramiento, entre otros, está pendiente de que se reconduzca la situación en el Cabildo conejero. Los problemas en esta institución, de gran calado para los nacionalistas, complican además el pacto en cascada alcanzado entre Coalición y el PSOE en todas las corporaciones donde pudieran gobernar, incluido el Ejecutivo canario.
Por ello, los nacionalistas reclaman a la dirección regional del PSOE, liderada en este caso por la vicepresidenta del Gobierno, Patricia Hernández, que ponga orden en sus filas en Lanzarote, y se cumpla con el acuerdo entre ambas formaciones que establece el apoyo mutuo para gobernar al partido más votado. No obstante, la escasa afinidad que existe entre San Ginés y los socialistas lanzaroteños dificulta que Patricia Hernández logre que su grupo apoye al presidente insular. Y más aún después de que Manuel Fajardo fuera relegado de segunda a cuarta posición en la lista al Parlamento canario por Lanzarote, en las pasadas elecciones autonómicas, por imposición de Patricia Hernández, que optó por apoyar a un hombre de su confianza, el exsenador Marcos Hernández.
Por tanto, las fricciones internas entre los socialistas se erigen en otro problema añadido a la situación de crisis en el Cabildo lanzaroteño, donde los cinco consejeros del PSOE optaron por no integrarse en el gobierno de Pedro San Ginés, si éste no rectificaba y daba marcha en la destitución del jefe de la oficina del Plan Insular, Leopoldo Díaz. Los consejeros socialistas calificaron la destitución del técnico como "unilateral", así como una "injerencia grosera y evidente" del presidente, quien decretó la destitución justo antes de delegar las áreas de gobierno a los socialistas a los que correspondía la consejería de Política Territorial.
San Ginés, no obstante, ha seguido hacia adelante y ha repartido las áreas que correspondían al PSOE entre Coalición Canaria, tras subrayar que el actual grupo de gobierno "se dispone a afrontar en minoría la gobernabilidad de la corporación durante el tiempo que sea necesario". El desencuentro con el PSOE se remonta al anterior mandato cuando, dos meses antes de las elecciones, la Ejecutiva Insular de los socialistas decidió romper el pacto que mantenía con CC en la corporación insular y retirar su apoyo a Pedro San Ginés por pérdida de confianza.
Según fuentes consultadas, los nacionalistas han dado de margen a la dirección regional del PSOE para que solucione la situación en el Cabildo de Lanzarote hasta fin de mes, ya que en esas fechas se celebrará el siguiente Consejo de Gobierno al que se deberán llevar los nombramientos de los cargos que aún faltan por designar de ambas formaciones. Además, a principios de septiembre se reunirá la mesa de seguimiento del pacto entre Coalición Canaria y los socialistas para analizar su grado de cumplimiento en las instituciones.
