La herida en el seno del PSOE por las diferencias en La Laguna no cicatriza. La agrupación socialista en el municipio tinerfeño no reconoce el acuerdo firmado el miércoles con Coalición Canaria para gobernar en minoría en esta localidad. Menos aún que lo rubricara de Nicolás Jorge, concejal de Granadilla de Abona que contaba con el mandato de la Ejecutiva Regional. Javier Abreu, secretario general de los socialistas en San Cristóbal de La Laguna, aseguró no conocer el contenido de lo pactado al no haber sido convocado al encuentro.

Tras cinco horas de reunión entre los socios de Gobierno en el Ejecutivo canario, ni Julio Cruz, secretario de organización; ni Héctor Gómez, presidente de la gestora en Tenerife; o Francisco Hernández Spínola, representante del PSOE en la mesa del pacto del Gobierno canario, aceptaron firmar un acuerdo que, en su momento, Javier Abreu ya se negó a suscribir. Al final fue Nicolás Jorge Hernández, concejal en el municipio tinerfeño de Granadilla e integrante del grupo de confianza de la vicepresidenta del Gobierno, Patricia Hernández, el que cumplió con el encargo de sellar la alianza y estampar su firma junto a la del secretario general de CC, José Miguel Barragán.

Este movimiento, que rebaja la tensión CC-PSOE, no ha gustado a los socialistas de La Laguna, donde aseguran que el acuerdo carece de validez. Abreu declaró el lunes que si fuera por él, su partido "no estaría gobernando con los nacionalistas". Además, el primer teniente de alcalde del consistorio tinerfeño había advertido que no pensaba firmar con Coalición. Ayer explicó que no fue invitado a la mesa de seguimiento del pacto ni informado sobre los movimientos al respecto. Por este motivo, desde la agrupación socialista lagunera se entiende que se ha cerrado el acuerdo desde fuera del municipio y por intereses ajenos al mismo.

"No puedo opinar o explicar los detalles de una operación en la que no he participado", expuso ayer Javier Abreu para reiterar que son otros, "los que sí participaron de este acuerdo", quienes deben ofrecer las explicaciones oportunas. Él no puede reconocer un acuerdo en el que no ha intervenido. "Los socialistas de La Laguna tenemos una palabra y tenemos una postura, que es la que ya hemos expresado. Nosotros intentamos ser coherentes y no nos casamos por poderes", declaró antes de reiterar: "Son otros los que deben dar las explicaciones oportunas".

El malestar se centró sobre todo en el autor de la firma. "¿Quién soy yo para firmar nada de lo que atañe al Ayuntamiento de Granadilla?", se preguntó el líder de los socialistas de La Laguna para expresar que de la misma manera, Nicolás Jorge está invalidado para estampar su rúbrica en un acuerdo que concierne a La Laguna.

Javier Abreu se mostró contrariado con el protagonismo del concejal cuando a su entender había "generales y capitanes" en la reunión y no firmaron. En su lugar, según su opinión y siguiendo un símil militar, lo hizo un "cabo raso".

Además, lamentó la falta de voluntad para el diálogo de la Ejecutiva regional a la hora de consensuar un acercamiento de posturas. "Ellos sabrán lo que quieren hacer", aseguró. De momento, el PSOE de La Laguna seguirá al frente de las áreas que ha estado dirigiendo en base a lo aprobado por el pleno del Ayuntamiento.

El acuerdo cerrado el miércoles en la mesa de seguimiento por CC y el Partido Socialista Canario sí sirvió para aliviar parte de la tensión por los incumplimientos del pacto en cascada en La Laguna y en el Cabildo de Lanzarote, de los que los nacionalistas culpan a los socialistas. Sin embargo, la cordialidad se ha roto en los últimos días con un cruce de declaraciones entre el presidente canario, Fernando Clavijo, y Julio Cruz, secretario de organización del PSOE.

El primero aireó el lunes los problemas internos de su socio de gobierno con unas declaraciones en las que planteó que la durabilidad del pacto canario depende de lo que ocurra en el Gobierno regional y, en este sentido, las guerras en el seno socialista "desde luego no ayudan". Julio Cruz respondió el miércoles para expresar el enfado del PSOE ante las palabras de Clavijo. "A partir de ahora, cualquier tipo de declaración tendrá una respuesta", amenazó. Por último, el presidente avisó a Cruz, en un entrevista en 7.7 Radio, de que no va a "permitir ni interferencias de los partidos" ni va a tener "la atención en otro asunto que no sean los problemas de Canarias".