Despejadas las dudas. Aquellos contactos iniciados de manera informal en los pasillos del Congreso de los Diputados entre Nueva Canarias (NC) y PSOE toman forma de manera definitiva. La intención de ambas fuerzas es concurrir juntas a las elecciones generales del próximo mes de diciembre y, desde ayer, ya no es un secreto que guarden.
La Comisión Ejecutiva Regional del Partido Socialista Canario (PSC-PSOE) aprobó este viernes entablar conversaciones con los nacionalistas que lidera Román Rodríguez "para sondear la posibilidad de concurrir a los comicios del próximo mes de diciembre bajo un acuerdo electoral". La maniobra obliga a los socialistas a extremar más la cautela para mantener el difícil equilibrio que mantienen desde prácticamente el primer momento en el Gobierno de Canarias con sus socios y grandes perjudicados por su decisión de ayer, Coalición Canaria (CC).
Los juegos malabares para mantenerse en ambas orillas quedaron de manifiesto en el comunicado emitido a la finalización del cónclave socialista y que recogió declaraciones del secretario general del PSOE de Canarias, José Miguel Pérez. "El PSOE apostó, apuesta y seguirá apoyando sin fisuras el pacto de Gobierno regional suscrito con CC. "El PSOE seguirá contribuyendo, como factor principal, a la estabilidad de un pacto que hoy es mayoritario, porque así lo decidió hace pocos meses la sociedad canaria", señaló Pérez.
Resulta complicado en cualquier caso entender que CC encaje este golpe sin respuesta. El pasado miércoles se reunió la comisión de seguimiento del pacto que mantienen con los socialistas en el Archipiélago y lo único en claro que se arrancó fue un acuerdo de gobernabilidad por escrito para el Ayuntamiento de La Laguna que Javier Abreu -secretario de la agrupación local en dicha localidad- tardó horas en rechazar.
Para mejor entender, los socialistas se dividen en dos bloques. Si bien ninguno aboga abiertamente por abandonar el acuerdo con CC, sí existen diferencias en cuanto al precio que están dispuestos a pagar por ello. Uno apuesta por mantener la tensión, rechazando que se les coloque como protagonistas principales de los incumplimientos. Esa es la corriente oficial, muy crítica con hechos como que el lanzaroteño Manuel Fajardo, llamado a ocupar la Viceconsejería de Justicia, haya sido tomado por los nacionalistas como rehén de la disputa que el PSC conejero mantiene con el presidente del Cabildo de dicha isla, Pedro San Ginés (CC). "Es un error que no se nombre a miembros del Gobierno porque se considere que antes hay que arreglar alguna institución, como ha hecho hoy [por ayer] el presidente del Gobierno, pero esos errores se corrigen", señaló Pérez.
El otro bloque se aglutina en torno a la vicepresidenta del Ejecutivo canario, Patricia Hernández, con una postura más tibia a la hora de enfrentar los problemas en el seno del Ejecutivo. Por eso, fue Nicolás Jorge, hombre de la máxima confianza de Hernández, quien rubricó el pacto lagunero a pesar de que en dicha reunión estaba presente el secretario de Organización del PSC, Julio Cruz.
Esa bipolaridad la dejó ver ayer José Miguel Pérez, al asegurar que la Comisión Ejecutiva de su partido "va a apoyar con todas sus fuerzas al Gobierno de Canarias" para a renglón seguido añadir que lo hará "incluso cuando cometa errores", como el mencionado de volver a dejar sobre la mesa el nombramiento de Fajardo en la reunión del Consejo de Gobierno celebrada ayer en Santa Cruz de Tenerife. "Esos errores se corrigen", zanjó el secretario regional del PSC-PSOE.
Ahora falta por conocer el alcance de la respuesta de CC a la afrenta de perder la pareja de baile para la cita electoral de diciembre. Hace cuatro años, los nacionalistas solo lograron colocar a Ana Oramas en el Congreso de los Diputados por la provincia de Santa Cruz de Tenerife. NC, por su parte, logró abrir la puerta a Pedro Quevedo en la provincia de Las Palmas.
Caminar solos en esta carrera electoral significa para Coalición jugarse todo a la carta de la provincia occidental, ya que en la oriental no recuperan el pulso desde que Román Rodríguez decidió escindirse para fundar NC. Justo en el momento en que las minorías recobrarán su importancia para sostener al Gobierno de España, CC puede perder toda capacidad para influir.
