Estabilidad laboral, calidad de vida, un salario seguro... Los miles de canarios que ayer se presentaron a las pruebas selectivas para conseguir una plaza en la Guardia Civil buscan algo que no encuentran en el sector privado y es un futuro despejado de las incertidumbres del mercado de trabajo. Después de cinco años de sequía debido a las restricciones presupuestarias, miles de opositores se dedican de lleno a prepararse ante lo que está por venir, porque a esta convocatoria de la Benemérita le seguirán en noviembre las pruebas para ingresar en la Policía Nacional. Algunos incluso han interrumpido sus estudios para dedicar todo su tiempo a sacar una plaza pública.
Por primera vez el cuerpo de seguridad amplía la franja de edad para poder presentarse hasta los 40 años frente a los 30 de convocatorias anteriores, aunque esta posibilidad no caló entre los interesados ya que la inmensa mayoría se encuentran entre los 25 y los 33 años.
Los opositores se enfrentaron ayer en la Escuela de Ingeniería de la ULPGC a cuatro tipos de prueban de la fase teórica. El examen de ortografía tiene una consideración especial porque suspenderlo significa la salidad automática al ser eliminatorio: diez frases con 40 palabras para señalar sus incorrecciones ortográficas. También mucha Constitución, Derecho Penal, Procesal, Administrativo... en definitiva una intensiva sesión para determinar los conocimientos teóricos de los opositores, que también tuvieron que responder a cuestiones más específicas de informática, mecánica, topografía y transmisiones.
La densa jornada -unas cinco horas de exámenes- culminó con una prueba de una lengua extranjera, a elegir entre inglés y francés, y un test psictécnico para detectar las capacidades de razonamiento lógico, lingüísticas y espaciales de los aspirantes a guardias civiles.
El teniente coronel Emilio Serrano, de la Jefatura de Enseñanza de la Guardia Civil, destacó que se ha duplicado el número de plazas de unas 300 a las 820 de este año y el número de aspirantes también se ha incrementado considerablemente. Serrano puso en valor el aumento de la competencia entre los opositores ya que cada plaza cuenta con una media de 40 aspirantes. Serrano señaló que los contenidos del examen son los mismos desde la publicación de una orden ministerial en 1996 y no ha cambiado el temario general.
El director de la academia especializada Cenpol, Antonio Guerra, destacó el aumento del nivel exigido en las pruebas, por lo que muchos de los opositores que se presentan acuden a centros de formación para prepararse a conciencia.
Los examinadores de la Guardia Civil trabajarán ahora a contrarreloj ya que para mediados de octubre se prevé el ingreso de los nuevos aspirantes en la academia. Antes, los que pasen el filtro de la fase teórica tendrán que afrontar en Valdemoro (Madrid) las pruebas físicas, el reconocimiento médico y una entrevista personal con un psicólogo. Los que no pasen ya piensan en las próximas convocatoria del Cuerpo Nacional de Policía y de la propia Benemérita para el próximo año.
