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Valentín Solano: "Me voy con pena"

El exjefe superior de Policía se despide con un homenaje antes de ir a Quito

Amigos, colegas y un respiro amarillo. SABRINA CEBALLOS

"Me voy con pena". Valentín Solano San Miguel, exjefe superior de Policía de Canarias mostró su emoción ayer rodeado de colegas y amigos, en un homenaje de despedida en el Hotel Santa Catalina ante su inmediata incorporación a la Embajada de España en Quito como asesor de seguridad.

Solano se marcha como en empezó hace unos cuatro años y así repasó sus objetivos y principios para que quedara claro que es un hombre de palabra. Y lo que prometió lo cumplió "con la lealtad de todos". "He tenido el lujo de trabajar con un equipo que me ha ayudado mucho", indicó en una breve intervención al final del almuerzo.

El subdelegado del Gobierno Luis Molina y el exalcalde Juan José Cardona acompañaban a un centenar de personas que se reunieron entorno al Valentín Solano, entre compañeros del Cuerpo Nacional de Policía, magistrados, fiscales, representantes del cuerpo consular y autoridades militares.

"Me voy orgulloso", recalcó Valentín Solano tras dar las gracias a todos y señalar que en sus años al frente de la Policía en Canarias la criminalidad se había reducido un 7% y había aumentado la eficacia policial un 10%. Y tras pedir perdón por las decisiones que pudo tomar y molestar a alguno, hizo un lamento del momento actual: "Hay funcionarios indignos de ser policías y existen condicionantes internos y externos que no ayudan a combatir la corrupción". Animo a todos a que sigáis luchando contra la corrupción que puede existir en nuestro Cuerpo", remató.

José María Moreno, su sucesor como jefe superior de Policía de Canarias, se comprometió a que la marcha de Valentín Solano "se note lo menos posible" y se fundió en un abrazo con su "amigo" al que reconoció "su buen trabajo". "Te deseamos lo mejor", remató Moreno antes de dar paso a un divertido comisario, Fernando Calero, que obsequio al homenajeado con unas palabras con humor antes de entregarle unos regalos de recuerdo amistoso. Tras la inevitable pluma estilográfica no faltó una camiseta amarilla de la UD Las Palmas con el nombre de Valerón a su espalda. Aunque no era de su talla, todo sea dicho, le permitió desquitarse y marcarse un tanto con la afición amarilla. "Me alegra la camiseta porque hace dos años, casi era yo el culpable de que Las Palmas no estuviera en Primera división", comentó entre risas de los asistentes. "Decían que faltaban policías en el campo, que había pocos efectivos", señaló sonriente antes de ofrecer a todos hospedaje en Quito.

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