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La pugna en Podemos frena el contrato de un asesor enviado por Pablo Iglesias

Miguel Montero propuso a Javier Sánchez, que llevó la campaña de Noemí Santana al Parlamento, a un puesto de confianza para educación y juventud

Miguel Montero e Ylenia Pulido, en el Cabildo. QUIQUE CURBELO

Las fricciones internas en Podemos, después de que se bloqueara la propuesta para designar a la directora general de Igualdad en el Cabildo grancanario, Noemí Parra, pareja sentimental del consejero de Medio Ambiente, Juan Manuel Brito, han salpicado a otro nombramiento en un puesto de confianza que tenía previsto realizar el consejero de Educación y Juventud, Miguel Montero, perteneciente al sector oficial de la formación y que promovió precisamente el freno a la elección de Parra.

Para el cargo como asesor en esta área iba a ser designado Javier Sánchez, un politólogo enviado hace unos meses desde Madrid por el partido de Pablo Iglesias, durante la pasada campaña electoral, para asesorar a la candidata al Parlamento canario, Noemí Santana.

Tras conocer que su nombramiento se estaba cuestionando por sectores del partido, no solo al poner en entredicho que su formación no era acorde con la asesoría en juventud y educación, sino al insinuar que lo que se pretendía era que siguiera como asesor ante las elecciones que se avecinan pero pagándole el Cabildo, el propio Javier Sánchez renunció a ocupar esta plaza, según explicó ayer Miguel Montero.

El consejero llevaba dos semanas prácticamente sin abrir la boca por todo lo ocurrido con Noemí Parra y, sobre todo, porque se quiera meter el nombramiento de Javier Sánchez en el mismo saco que el de la pareja sentimental de Juan Manuel Brito. En cuanto al proceso de selección de Javier Sánchez, el también portavoz de Podemos en el Cabildo sostiene que todo se ha hecho contando con los órganos del partido y con la aprobación del Consejo Ciudadano Insular. Explica que en la reunión de este órgano del pasado 16 de septiembre se decidió que no se podían contratar más directores generales que no fueran funcionarios y sin pasar por el propio consejo, como pretendía la consejera del Cabildo, María Nebot, al proponer el nombramiento de Noemí Parra. Entonces fue cuando recibió "amenazas directas", expone Montero. "Si no se contrataba a Noemí Parra en ese momento se iba a hablar de lío en la plaza del asesor mío", explica, en referencia a que un miembro del Consejo Ciudadano Insular intentó presionar de este modo para que designara a Parra o saldría a la luz que él mismo pretendía "enchufar" como asesor a una persona del partido.

Él no quiere decir el nombre, pero se ha corrido la voz, porque las palabras se produjeron en el mismo Consejo Ciudadano, de que estas advertencias las formuló la propia María Nebot, a quien junto a Juan Manuel Brito la dirección regional e insular ha abierto expediente sancionador. Ambos expedientes han sido remitido a la Comisión de Garantías nacional, por presunto nepotismo y por las duras manifestaciones contra la secretaria general de la organización, Meri Pita.

Concurso

Las críticas a la selección de Javier Sánchez no solo provienen desde una parte de la formación, sino de personas que concurrieron al concurso para ocupar este puesto. No es un concurso público, como los de los directores generales del Cabildo que se han de publicar en el BOC, ya que son cargos ejecutivos que sustituyen a los consejeros.

Los asesores son de libre designación y su función no es ejecutiva, solo descargar de trabajo a los consejeros, precisa Montero. Pero su código ético indica que se abra la plaza de asesor al partido y se elija según la puntuación que tengan quienes concurran y con el apoyo del Consejo Ciudadano Insular. A la convocatoria de la formación se presentaron 140 aspirantes y, según Montero, los currículos llegaron al Consejo Ciudadano que seleccionó a una veintena, después él tenía que hacerles una entrevista y puntuar, y remitir la propuesta de nuevo a este órgano para su aprobación, como se ha hecho con asesores de Juan Manuel Brito o de Ylenia Pulido, recalca.

En su caso, este nombramiento coincidió con todo el asunto de Noemí Parra, propuesta por la consejera de Igualdad, María Nebot. Según cuenta Montero, en la reunión del Consejo Ciudadano Insular del 16 de septiembre no se bloqueó esta proposición por ser la compañera de Juan Manuel Brito, sino el nombramiento de cualquier director general que no fuera funcionario y no tuviera previamente el refrendo del Consejo. En este sentido, señala que ya se había nombrado, saltándose estas normas, al director general de Medio Ambiente, Manuel Amador, "y a eso se añade la intención de designar a Noemí Parra y a un tercero, Jorge Pérez Artíles, en Participación, que también fue en la lista al Cabildo".

"Nosotros queremos cumplir el programa electoral y no me puedo creer que no haya funcionarios en el Cabildo, la Comunidad Autónoma o el Ayuntamiento para que se tengan que traer a personas para ser directores generales y, entre medio, se junta que además es la pareja de Juan Manuel", explica. Así que en ese Consejo paralizaron este tipo de nombramientos, y entonces se produjo una "amenaza directa" de que si no salía lo de Parra darían a conocer "lo de Javier".

Ante esta situación, y viendo que en los días siguientes tanto Nebot como Brito mantuvieron la pertinencia del nombramiento de Noemí Parra, con graves acusaciones a Meri Pita, Javier Sánchez decidió renunciar al cargo "que nunca llegó a ocupar", precisa Montero. Además de ser polítólogo, Sánchez ha trabajado en la administración en España y en México y "tiene conocimiento de políticas de juventud y educativa, de hecho en la Universidad Complutense de Madrid llevando un tema de becas", por lo que a juicio de Montero, "roza el escarnio público que se intente decir que no tiene la formación adecuada sin conocer su currículo". Rechaza que se insinúe que era un puesto que ya estaba dado previamente, porque si fuera así "no hubiera hecho las entrevistas" a otros candidatos, subraya.

De otro lado, recuerda que un asesor designado por este mismo procedimiento por Brito también estuvo ayudándolo en la campaña electoral al Cabildo, "y no pongo en cuestión que es el perfil más adecuado para ser el asesor".

Por ahora ha bloqueado la elección de su asesor, y de un director general, al igual que su compañera Ylenia Pulido, que tiene pendiente nombrar a un director general, hasta que "no acabe la campaña de acoso y derribo contra mí y los órganos de Podemos."

Sobre sus otros dos compañeros, Brito y Nebot, sostiene que trabajan a la perfección, aunque no den precisamente esa sensación. Argumenta que Podemos funciona en el Cabildo y estas cuestiones no deben empañar el trabajo que realizan. Espera que sus compañeros no sean expulsados finalmente y que desaparezca "la inquina" que se ha instalado en el seno de la formación, porque otros partidos están aprovechando esta mala imagen para intentar dinamitar a Podemos en el Cabildo y en Gran Canaria.

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