La alianza electoral que negocian el PSOE y Nueva Canarias para las elecciones generales del 20 de diciembre está provocando discrepancias internas entre las bases de ambas formaciones. Aunque las conversaciones han sido respaldadas por los órganos directivos hay dirigentes cualificados de los nacionalistas que muestran serias reticencias a que NC se integre en la lista socialista, por la pérdida de identidad que esto podría suponer frente a un partido de ámbito estatal.

La ejecutiva nacional de NC votó mayoritariamente a favor de iniciar las negociaciones con el PSOE pero se contabilizaron varios votos en contra y abstenciones que demostraron que no hay tanta unanimidad. También hay militantes y dirigentes locales que critican esta posible confluencia con unos argumentos similares a los que también están utilizando las bases y dirigentes socialistas: ambas formaciones son rivales políticos directos en muchos municipios de Gran Canaria y se disputan el voto de centro izquierda.

Uno de los dirigentes que no se ha escondido para manifestar sus diferencias es el veterano nacionalista José Luis Álamo, que votó en contra de integrarse en la lista del PSOE. Otros dirigentes como el exalcalde de La Aldea y hermano de Román Rodríguez, José Miguel Rodríguez, y varios miembros de Roque Aguayro también se opusieron. El ahora presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, no llegó a votar. También se contabilizaron más de una docena de abstenciones a la espera de comprobar el resultado final del acuerdo.

La decisión de la cúpula de Nueva Canarias de confluir electoralmente con el PSOE se debe a razones tácticas y políticas. Entre las primeras está el elevado coste económico y de medios que supondría para la formación presentarse en solitario a las elecciones. Por otro lado, la fractura cada vez mayor existente entre Coalición Canaria y NC ha provocado que los nacionalistas de izquierda hayan desechado volver a presentarse con CC y hayan apostado por el PSOE como alternativa para cambiar el Gobierno del PP.

Pero entre las bases socialistas también hay malestar por unas negociaciones que están prácticamente cerradas desde antes del verano y que están expresamente autorizadas por Ferraz. Las organizaciones insulares del PSOE y la Ejecutiva regional han realizado todo el proceso previo para proponer las candidaturas al Congreso y al Senano sin tener en cuenta la alianza, ya que será la dirección federal la que encaje finalmente a los candidatos de NC en las planchas socialistas.

Pugna por el tercer puesto

En el caso de la provincia de Las Palmas la coalición conlleva que Pedro Quevedo se sitúe en el segundo lugar tras Sebastián Franquis. La pugna por el número tres de la lista se ha agudizado ya que la formación socialista de Lanzarote reivindica que este puesto debe ser para un representante lanzaroteño, tras los buenos resultados obtenidos en las pasadas elecciones autonómicas.

Los más optimistas auguran que se podrían conseguir tres escaños, por lo que los dirigentes de Lanzarote no están dispuestos a que los dos diputados socialistas sean de Gran Canaria. No obstante, entre los militantes socialistas se duda de que se obtenga incluso el tercer diputado ante la irrupción de Podemos y Ciudadanos.