La Provincia - Diario de Las Palmas

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Cien días de buen rollo (o casi)

El presidente, Fernando Clavijo, inaugura un nuevo clima de entendimiento con el Estado y aparca la crispación - A los socialistas les chirría la buena sintonía entre Coalición y PP

Fernando Clavijo

Este jueves se cumplirán cien días desde la investidura de Fernando Clavijo como presidente del Gobierno de Canarias. En su primer discurso en el Parlamento ya aventuró su estrategia para esta novena legislatura: el buenrollismo. Aunque la eterna búsqueda del diálogo y el consenso no siempre funciona. Desde sus inicios, el camino del Gobierno de Canarias ha estado plagado de chinitas que aún perduran y, aunque la alianza entre Coalición Canaria y el PSOE persiste, en su corta existencia ha quedado tocada. Varios episodios han minado la unión entre nacionalistas y socialistas. Además, estos últimos ven con recelos la buena sintonía entre CC y el Partido Popular. La prueba de fuego del pacto de gobernabilidad en las Islas será el 20 de diciembre, cuando se celebren las elecciones generales.

El 10 de julio, en la toma de posesión de los consejeros del Ejecutivo, el político nacionalista les pidió "más calle y menos despacho". Con todo, la conformación del organigrama del Gobierno no ha estado exenta de sobresaltos. El hecho de que tanto el presidente como la vicepresidenta, Patricia Hernández, del PSOE, procedan de Tenerife, despertó críticas entre la patronal de Las Palmas, además de que los socialistas de Gran Canaria reclamaron más presencia en puestos de responsabilidad. Una estructura que ha tardado tres meses en cerrarse, ya que también las discrepancias en el seno de CC y la búsqueda de perfiles idóneos han frenado el nombramiento de cargos de segundo y tercer nivel.

La configuración del Ejecutivo aumenta el número de consejerías de ocho a diez -seis de CC y cuatro del PSOE- y encarece el presupuesto de la Comunidad Autónoma en casi 500.000 euros, un aumento del 0,008%. Además, se rescatan o crean siete áreas y surge el comisionado de Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza.

El nuevo armazón modifica también las sedes de la administración, ya que departamentos que tenían hasta ahora su sede principal en Gran Canaria se trasladan a Tenerife. Es el caso por ejemplo de Economía, donde el 90% de los funcionarios trabaja en la capital grancanaria, pero ahora su base estará en Santa Cruz de Tenerife.

Y mientras la maquinaria del Gobierno se engrasa, Clavijo ha inundado su acción de gobierno de buenismo. Ha estrenado un nuevo clima de entendimiento con el PP en las Islas y en Madrid, que chirría en los oídos socialistas.

El jefe del Ejecutivo escenificó el 14 de julio en una reunión con el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, el fin de la confrontación con el Estado. El PSOE censuró la cita y la tachó de acto de precampaña del PP. La historia se repitió semanas después en una cumbre bilateral, en la que se desatascaron los aspectos fiscales del Régimen Económico y Fiscal (REF), cuyo reglamento se aprobará en breve en el Consejo de Ministros, y asuntos ligados al turismo, la política industrial y la promoción de las energías renovables. El deshielo con Madrid abrió, sin embargo, un nuevo frente: la instalación del gas en Gran Canaria, con el Cabildo como enemigo.

El Ejecutivo regional reafirmó su apuesta por esta fuente de energía, pero chocó con el presidente grancanario, Antonio Morales. Al final, el 1 de agosto, sellaron la paz, pues Clavijo dijo que respetará la soberanía de la corporación insular, contraria a ubicar una planta regasificadora, y que "no será cómplice de ningún tipo de imposición" por parte del Estado.

A este traspiés se unió la idea del presidente de restringir la llegada de turistas. Recibió un aluvión de críticas de los empresarios y matizó después sus palabras sobre la revisión del modelo turístico para hablar de reducción, no limitación.

Como contrapunto, en sus inicios el pacto reanudó la concertación social tras cuatro años bloqueada y creó una oficina para combatir los desahucios, marcando así las prioridades del Ejecutivo, que está igualmente decidido a luchar contra las listas de espera sanitarias y crear una nueva Ley del Territorio para simplificar trámites burocráticos y dar más poder a cabildos y ayuntamientos.

Entretanto, en el proceso de normalización de las relaciones de Canarias con las instituciones del Estado, Clavijo se reunió el 28 de julio con el Rey Felipe VI, a quien vio "muy receptivo" a su planteamiento sobre la necesidad de anclar el REF en la Constitución, en el caso de que se reforme.

Idéntica demanda le lanzó al presidente, Mariano Rajoy, en su encuentro del 2 de septiembre. Con el objetivo de consolidar el crecimiento económico y generar empleo, reivindicó más esfuerzo inversor del Estado. A raíz de esa entrevista se aceleró la reforma de la parte económica del REF y la armonía con Madrid posibilitó la condonación definitiva del Impuesto General sobre el Tráfico de Empresas (ITE) a partir del 1 de enero de 2016. Este acuerdo supone, de hecho, un ahorro para Canarias de 160 millones de euros.

En materia de tributos, el Gobierno regional ya ha avisado de que no estudia la rebaja del IGIC hasta 2018, pese a las exigencias empresariales. Si bien pretende bonificar al 99% el Impuesto de Sucesiones y Donaciones desde enero, una propuesta asumida a regañadientes por el PSOE, más partidario de aplicar de forma gradual esta medida y no de golpe.

Ésta ha sido una de las gotas del vaso del pacto entre socialistas y nacionalistas, que se ha visto azotado por los incumplimientos de los acuerdos municipales e insulares entre ambas formaciones desde los comicios del 24 de Mayo. Hasta el punto de que su matrimonio casi salta por los aires tras la moción de censura presentada por el PSOE contra AHI-CC en La Frontera, municipio herreño de cerca de 3.900 habitantes. La moción no llegó a fraguarse y aún los socialistas esperan que CC les reincorpore en este ayuntamiento, en el de Valverde y en el Cabildo de la isla.

A ello se unen las amenazas de Coalición de romper el pacto en el Cabildo tinerfeño, especialmente, tras la disputa entre esta institución y el PSOE a cuenta de la financiación de las obras del anillo insular.

Son "pequeños desencuentros" en la relación de los socios del pacto de gobierno, admite Clavijo, quien, no obstante, no ve "inestabilidad". Lo cierto es que varios episodios han hecho peligrar la alianza en apenas cien días. CC y PSOE se siguen mirando de reojo. Y esto es sólo un resumen del arranque de la legislatura. Casi buen rollo.

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