El primer desafío de la socialista tinerfeña Patricia Hernández fue frenar los desahucios, por lo que presentó una oficina para la defensa del derecho a la vivienda. Además, gestionó la crisis de refugiados de Siria, el Ejecutivo ya tiene cerrados 651 alojamientos, aunque aún se desconoce la cifra de personas que supondrían y su perfil. Anunció un plan contra la explotación laboral y que el futuro plan contra la pobreza tendrá medidas preventivas, no sólo paliativas. Hernández prevé 7,5 millones de euros más para la PCI y ha prometido un plan para resolver la situación de unos 12.000 dependientes. Se incorporó a mitad de septiembre al puesto, tras dar a luz el 2 de agosto a Romeo. Es la primera vez que una integrante del Ejecutivo canario alumbra ejerciendo el cargo. Trabaja a medio gas y evita salir de Tenerife.