La socialista majorera exigió al Estado como mínimo 120 millones de euros en 2016 para las carreteras, pero quedó reducido a 94 -incluidos 26 millones para Gran Canaria y 15 para Tenerife- y se desató la caja de los truenos. El presidente del Cabildo tinerfeño, Carlos Alonso (CC), puenteó al Gobierno regional y viajó el 24 de septiembre a Madrid para garantizarse fondos extra para el cierre del anillo insular. La jugada no gustó a la consejera, que ese día debía reunirse con Fomento, pero su cita fue aplazada. Pidió lealtad institucional a Alonso. El desencuentro hizo tambalear el pacto regional. El 6 de octubre se reunieron Chacón y Alonso y alcanzaron un principio de acuerdo, en el que la consejera, hábil, planteó que se debe garantizar el equilibrio presupuestario en las Islas, que ninguna obra se paralice y que dé el visto bueno la Consejería de Hacienda. El presidente Clavijo apoya a Alonso y niega que se rompa el equilibrio en los fondos. La polémica sigue viva.