Urge despejar incógnitas. El Gobierno de España maneja varias hipótesis sobre el accidente del helicóptero del Ejército del Aire el jueves con tres militares a bordo. Un halo de misterio se cierne sobre el siniestro y tiene descolocados al Ministerio de Defensa, a las familias de los desaparecidos y al 802 Escuadrón de Fuerzas Aéreas. La noche del suceso parecía que todo estaba resuelto, ya que, según el Gobierno marroquí, los tripulantes habían sido rescatados vivos por un pesquero de su país y embarcaron, posteriormente, en una patrullera de la Gendarmería que los llevaba a Dakhla. La información estaba clasificada con la máxima fiabilidad por parte del país vecino. Sin embargo, el viernes por la mañana ninguna de las dos embarcaciones llegó a puerto. El reino alauí se había fiado de una información de la guardia costera senegalesa, que les llegó a través de la Marina Real Marroquí. El viernes, Marruecos se retractó, no había contrastado debidamente la noticia y no podía asegurar dónde estaban los militares españoles.
De repente, se abrió la puerta a varias conjeturas que Defensa quiere ir desentrañando una a una para averiguar qué ocurrió exactamente desde que a las 15.05 horas del jueves se recibió la primera señal de baliza de emergencia del helicóptero caído al agua.
Lo primero que quiere constatar el Gobierno con todos los medios disponibles, tanto buceadores como robots y medios tecnológicos, es si los cuerpos de los tripulantes se encuentran en el interior del aparato y corroborar el estado de la aeronave. Si no están dentro, se abre un panorama de mayor incertidumbre, reconoció el viernes el ministro, Pedro Morenés.
Los flotadores del helicóptero fueron liberados, lo que permitió la localización aérea de la nave.
En las primeras horas del siniestro un helicóptero Puma marroquí comunicó haber visto una mancha, bengalas y una balsa de emergencia, que se activa en contacto con el agua y que porta un kit de salvamento con un espejo de señales, algún tipo de alimentación y agua. Defensa quiere comprobar si se accionó o la balsa se encuentra aún en el helicóptero.
Otra inquietud es el frío. La tripulación desaparecida iba equipada con trajes térmicos y chalecos salvavidas, que se activan de forma automática si caen al mar y mantienen a flote a los náufragos.
Medios españoles y marroquíes efectúan labores permanentes de rastreo entre los pesqueros de la zona, intentando confirmar la posibilidad de que los militares se encuentren en alguno de ellos.
Defensa no descarta un posible secuestro, una de las hipótesis que se baraja. "No voy a incluir ni descartar nada", afirmó Morenés.
De momento se desconocen oficialmente las causas del accidente. Fuentes militares apuntan a que el temporal puede haber influido. En la zona del suceso hay muchas dificultades en las comunicaciones por radio y radar.
Ayer, a las 18.30 horas, se desplazaron a Dakhla, en el Sáhara Occidental, desde la Base Aérea de Gando en un avión CN-235 miembros de la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares y personal del juzgado togado territorial número 52. Su misión: esclarecer lo acontecido y tratar de averiguar dónde están los tripulantes del SAR.
