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Accidente del Ejército del Aire Operación de rescate

El área de búsqueda del helicóptero se amplía con dos barcos cazaminas

El refuerzo en el despliegue naval permite aumentar los rastreos nocturnos del fondo del mar - Morenés sobrevuela la zona en un vehículos similar al accidentado

El ministro Pedro Morenés (izquierda) en el helicóptero Super Puma del SAR con el que se trasladó a la zona del accidente. LA PROVINCIA / DLP

La llegada de los dos barcos cazaminas Turia y Segura de la Armada amplió ayer el área de fondos marinos en los que trata de localizar el helicóptero del Ejército del Aire que cayó al mar el pasado jueves, y en el que iban a bordo los tres tripulantes del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) que siguen desaparecidos. Las embarcaciones, que cuentan con potentes sonar para detectar minas, empezaron anoche a barrer la zona en una franja de 480 kilómetros cuadrados (24 kilómetros de largo por 20 de ancho), al objeto de hallar la cabina del vehículo siniestrado.

Ni los veinte buzos ni los dos robots submarinos que ya trabajaban en la búsqueda, en el área delimitada en torno a las coordenadas desde donde transmitió la radiobaliza de la aeronave cuando tuvo el accidente, habían encontrado rastro de la cabina, un hallazgo que el Ministerio de Defensa considera como una prioridad para confirmar si los cuerpos de los militares se encuentran en su interior o no. Esta es una de las hipótesis que se baraja, aunque también la del secuestro de los tres tripulantes o que hayan desaparecido en el mar.

La llegada de los cazaminas permite el rastreo nocturno del fondo marino, labor que ya efectuaban los robots aunque los sonar de estos barcos tienen mayor acción. Los buzos proseguirán sus tareas al empezar el día.

La zona del hundimiento, a 40 millas al suroeste de Dajla (antigua Villa Cisneros), tiene un amplio margen de búsqueda, ya que el aparato pudo ser arrastrado varios kilómetros por las corrientes marinas. Hasta ayer sólo se habían encontrado pequeños restos del helicóptero. Se baraja que la aeronave se ha partido y la cabina que ocupaban el capitán José Morales, el teniente Saúl López y el sargento Jhonander Ojeda ha podido rodar hacia zonas más profundas de los 40 metros donde en principio se estimaba que se hundió.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, que lleva desde el viernes en Gran Canaria, se desplazó al área donde está desplegado todo el operativo naval, a 518 kilómetros al sur de Gran Canaria, en un helicóptero Super Puma del SAR similar al accidentado y perteneciente al 802 Escuadrón del Ejército del Aire, el mismo que el de los militares desaparecidos.

El ministro Morenés aterrizó en el buque de acción marítima Rayo, que ayer se unió al operativo y sirve de base para los diferentes helicópteros que trabajan en la zona. Esta embarcación sustituirá al Camino Español en las tareas de apoyo y vigilancia de superficie, que volverá a Gran Canaria.

El ministro de Defensa se reunió de nuevo con las familias de los desparecidos, que siguen con preocupación todo el dispositivo de búsqueda desde la base de Gando. El padre del sargento Jhonander Ojeda, Francisco Ojeda, confía en que aparezcan con vida y mantiene la hipótesis de que los militares pueden haber sido secuestrados o estén en un pesquero que no ha llegado a puerto.

Desde primeras horas de la mañana se reiniciarán las tareas de búsqueda en superficie. Ayer operaban el avión Defender marroquí, que sobrevuela el área de océano marcado. A este avión le fue relevando un CN235 del 802 Escuadrón, al que se unieron alternativamente un helicóptero Puma marroquí y un Super Puma español. Todos los medios aeronavales trabajan de forma ininterrumpida.

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