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Accidente del Ejército del Aire Operación de rescate

Siete fallecidos en 19 meses

Los servicios de rescate del Ejército del Aire han perdido dos aparatos en menos de dos años

Misión en Senegal. AMADOU LAMINE

La operación de izado del helicóptero del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) que cayó al mar el pasado jueves debería ser, a simple vista, más sencilla que la de la aeronave del mismo servicio que se estrelló el 19 de marzo de 2014 en aguas próximas a Canarias y donde fallecieron cuatro de los cinco militares rescatadores. Entonces solo se salvó el único grancanario de la tripulación, el sargento mecánico Jhonander Ojeda, quien desgraciadamente perdió la vida en el accidente ocurrido hace hoy ocho días, junto a sus compañeros, el capitán José Morales y el teniente Saúl López.

Por tanto, son siete ya los militares del SAR que han muerto en accidentes a bordo de helicópteros similares en tan solo 19 meses. La seguridad de las aeronaves ya ha sido puesta en duda por su antigüedad, ya que entraron en servicio en 1982 y, según pilotos consultados, aunque las revisiones se hacen con gran profesionalidad las piezas que se usan de recambio no son nuevas. Es como recauchutar los vehículos, dicen. Por su parte, el ministro Pedro Morenés ha asegurado sobre los dos Super Puma que habían pasado las revisiones pertinentes y estaban en buenas condiciones.

En el siniestro de la pasada semana, el helicóptero, con los tres cuerpos en su interior, se encuentra a una profundidad de entre 40 a 60 metros a unas 40 millas naúticas de Dakhla, antigua Villa Cisneros. Regresaba de unas maniobras en Senegal, y tras una parada técnica en Mauritania tenía previsto llegar a la base de aérea de Gando en pocas horas, pero a las 15:05 horas se perdió su señal.

Labores de izado

Cayó al mar por causas que aún se desconocen y se hundió ese mismo día con los tres militares a bordo. El miércoles se halló el aparato y ayer los efectivos submarinos (buzos y robots) lo inspeccionaron localizando los cuerpos de sus tripulantes. El mar complica las tareas de izado, que previsiblemente se hará con redes envolviendo el helicóptero, aunque se estudian otras opciones.

En el anterior accidente del otro Super Puma del SAR, ocurrido el 19 de marzo del año pasado, durante unas maniobras nocturnas, y donde fallecieron el capitán Daniel Pena Valiño, los tenientes Carmen Ortega Cortés y Sebastián Ruiz Galván y el sargento Carlos Caramanzana Álvarez, el rescate se produjo el lunes 21 de abril, más de un mes después del siniestro. El helicóptero se hallaba a 2.362 metros de profundidad, lo que provocó que se contratara a la empresa Phoenix Internacional, especializada en rescates a altas profundidades marinas, cuyo contrato costó 3,2 millones de euros al Ministerio de Defensa. Solo en un día se izó al helicóptero, que se partió por la mitad y desaparecieron dos de los cuatro cuerpos, hallando después restos de los mismos.

La recuperación a esa profundidad la realizó el robot Rémora II, a bordo del buque EDT Ares, perteneciente a la empresa americana, que procedió al anclaje de los ganchos en el tren de aterrizaje posterior del helicóptero, que se había dado la vuelta. El helicóptero del SAR del 802 Escuadrón de las Fuerzas Aéreas, con base en Gando, fue localizado un día antes, el domingo 20 de marzo, a 55,5 kilómetros al suroeste de Fuerteventura por el robot. Tras el complicado izado, el Ministerio de Defensa dio por finalizada la búsqueda el 25 de abril y certificó el fallecimiento de los cuatro ocupantes.

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