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"Su gesto fue lo que me motivó"

La joven que dejó en Gando un recordatorio a los tres militares muertos es natural de Ingenio, tiene 23 años y siente admiración por el trabajo del SAR

María del Pino Artiles (centro) junto a tripulantes y miembros del 802 Escuadrón del SAR en Gando. LP / DLP

Se llama María del Pino Artiles Vera, tiene 23 años y es natural de Ingenio. Es la joven que el pasado jueves dejó un recordatorio dedicado a los tres tripulantes del 802 Escuadrón del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) del Ejército del Aire que fallecieron cuando regresaban de una misión en Senegal. La joven manifestó que "el gesto de estos tres pilotos me motivó a dedicarles ese pequeño recordatorio".

María del Pino añade: "No provengo de familia militar, ni tengo nada que me vincule a ellos, pero he de reconocer que me siento muy identificada con su labor, con su trabajo y con la tarea que realizan. Los quiero un montón. De los fallecidos conocí a Jhonander, al resto de vista. Su muerte me dolió como si se tratase de un familiar mío. Reconozco que me fascina la profesión militar". Esta vecina de Ingenio no oculta que es una fan del Ejército del Aire y del SAR en particular.

"En cuanto me enteré quise acompañarles en esos momentos tan duros por los que estaban atravesando. El día del funeral por la mañana, alguien se acercó y me llevó hasta la sede del 802 Escuadrón. Allí pude conocerles de cerca y ponerles cara. Cuando llegué y me identifiqué enseguida salieron pilotos, mecánicos, en fin, todos los que a esa hora estaban de servicio y me dieron las gracias. ¿Regalos? Para qué, con los apretones, los besos y los abrazos me sentí muy reconfortada. Además, pude estar presente en los actos fúnebres que fueron muy emocionantes", agregó María del Pino Artiles. Además, la joven enmarcó dos portarretratos con las imágenes de los militares fallecidos que regaló al 802 Escuadrón.

Por su parte, uno de los integrantes de este Escuadrón apunta que "por la mañana cuando me dirigía a mi unidad, dos jóvenes pararon mi vehículo a la entrada de la base. Uno de ellos me hizo entrega de un ramo de claves blancos y rojos con la siguiente promesa: por favor, esto es para que usted los arroje al mar en nuestro nombre".

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