Los restos del helicóptero Super Puma que el 22 de octubre se precipitó al mar a unos 74 kilómetros de la costa de Dakhla (Marruecos), llegaron en la mañana de este sábado a la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria. Ahora será la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (Citaam) la que deba determinar, según fuentes del Ministerio de Defensa, las causas que motivaron el accidente en el que perdieron la vida el capitán José Morales Rodríguez, el teniente Saúl López Quesada y el sargento Jhonander Ojeda Alemán del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) del 802 Escuadrón del Ejército del Aire.

El análisis de los fragmentos de la aeronave, que llegaron a la Isla a bordo del buque noruego Olimpic Zeus resguardados en contenedores, determinará "qué falló". Y es que Defensa mantiene la tesis de que la causa del siniestro responde a motivos técnicos. El viaje de tránsito que realizaban desde Mauritania a Gran Canaria, tras participar en unos ejercicios de entrenamiento en Senegal, ni suponía riesgo intrínseco alguno ni se realizaba en condiciones meteorológicas adversas. Se hacía, además, en horas del mediodía, con la máxima visibilidad.

El estado en el que acabó el aparato, una vez chocó con el fondo del mar -fue hallado a una profundidad de entre 40 y 50 metros- no facilita la investigación.

Aunque en principio, tras el rescate de los cuerpos el pasado fin de semana, el plan de reflotamiento elaborado por el comandante de la primera Escuadrilla de Medidas Contra Minas, que asumió las funciones de jefe de acción, contemplaba que el aparato se podía izar de una solo pieza, tras la primera inmersión el miércoles día 4 se comprobó que el temporal de los días anteriores resquebrajó y esparció los restos. Los cazaminas Turia y Segura que se desplazaron a la zona para la búsqueda de los tripulantes tuvieron mapear de nuevo el fondo marino para localizar los trozos.

Finalmente el Olympic Zeus se hizo cargo de izar las partes principales del helicóptero -la cabina-, mientras que los buceadores sacaron a la superficie trozos del fuselaje de menos entidad.

En toda la operación, desde el día después a la desaparición del helicóptero, participaron una veintena de buzos de la Unidad de Buceo de Canarias y los integrantes de la dotación del buque de transporte ligero El Camino Español. Desde el día del accidente habrá participado en la operación de rescate más de un millar de personas, según cálculos de Defensa.

La Citaam no tiene un plazo para emitir un informe sobre las causas del accidente pero una vez que lo haga y lo remita al juez togado militar si éste no está conforme podrá solicitar otro a otros organismos independientes.