El hallazgo de un nuevo yacimiento de gas en la zona cercana a las costas de Mauritania, y a 1.200 kilómetros al sur de las Islas, supone
"la atracción de mayor actividad económica para el Archipiélago, mayor actividad económica para Mauritania y va a beneficiar, sin duda, a los puertos canarios, que se convertirán en puntos de logística de servicios y de suministro cualificado". Así lo expresó ayer el consejero de Economía del Gobierno canario, Pedro Ortega, que resaltó además que la existencia de una fuente energética como el gas en un país vecino estrechará aún más los lazos de colaboración y desarrollo con Mauritania, que participa en el programa europeo de cooperación territorial con Madeira, Azores, Cabo Verde, Senegal y Canarias, con una dotación de 130 millones de euros hasta el año 2020, y que está financiado al 85% por fondos europeos.
El presupuesto de este programa , que duplica al asignado para el periodo 2007-2013, se destinará principalmente a proyectos de colaboración en materia de innovación, competitividad e internacionalización de las empresas, junto a investigación y protección del medio ambiente.
Programa europeo
Por ello, el hallazgo del gas en las costas de Mauritania va a potenciar el desarrollo de este programa y "beneficiará a Canarias porque seguramente habrá más tránsito y, además, se le podrá dar apoyo técnico y logístico, y habrá una relación más estrecha" con este país, lo que favorecerá la internacionalización de las empresas canarias.
De hecho, el consejero de Economía considera que "va hacer falta maquinaria y muchas cosas, en las que Canarias se puede consolidar como una plataforma de servicios para esa zona", donde la multinacional norteamericana Kosmos Energy ha confirmado que ha encontrado una nueva bolsa de gas. Ortega desvincula la localización de este combustible fósil en Mauritania y las posibilidades de negocio que abre en las Islas, al debate sobre la construcción de la regasificadora en el Puerto de Arinaga, ya que aunque podría convertirse en un lugar donde almacenar el gas licuado para el suministro de barcos y para alimentar a la central eléctrica de Juan Grande, el Cabildo grancanario se opone tajantemente a este proyecto.
El consejero insistió en que el Gobierno canario es partidario del gas porque es "una oportunidad de negocio, es menos contaminante que el fuel y sería una energía de respaldo en el tránsito hacia las renovables", pero como ya ha dicho el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, "son los cabildos los que deciden si quieren o no el gas", enfatizó.
En el caso de Gran Canaria, el rechazo del Cabildo, dirigido por Antonio Morales, es rotundo. Se niega a implantar la regasificadora y aboga por desarrollar directamente las energías renovables, a pesar de que la central de Juan Grande está preparada para quemar gas y ahora se nutre de fuel que es más contaminante. En Tenerife, no obstante, el puerto de Granadilla solo espera por la declaración de impacto ambiental. Según anunció el ministro de Industria, José Manuel Soria, el pasado verano, las trabas a la planta regasificadora tinerfeña se van a solucionar y podrá estar en marcha en el año 2018.
Distintos dirigentes empresariales de las Islas consideran que Granadilla va a tener más oportunidades de negocio que Gran Canaria con la implantación de la regasificadora, y más teniendo cerca un yacimiento como el de Mauritania.
Tanto Soria como los dirigentes empresariales han estimado en distintas ocasiones que Gran Canaria desaprovecha la oportunidad de una inversión de 300 millones de euros - el coste de cada una de las dos plantas de gas-, que generará empleo y diversificará la economía con la atracción de empresas. Frente al no de Arinaga, el puerto de Las Palmas prevé sacar un concurso público para la instalación de una planta de gas natural licuado (GNL) para suministrar este combustible a los barcos, que por normativa comunitaria deben ir usando esta fuente energética a fin de minimizar la dependencia del petróleo y mitigar así el impacto ambiental a partir del año 2020.
