De vender fideos a consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias. Pedro Ortega tiene la receta para mejorar la economía de las Islas: el diálogo, marca de la casa. "No existe mejor herramienta cuando se trata de alcanzar juntos una meta común. Todo el diálogo que sea necesario; todo el que sea constructivo; y todo el que nos lleve a entendernos. El diálogo ofrece resultados, es eficaz y productivo", afirmó ayer hasta la saciedad, rodeado de muchos amigos y compañeros de brega durante el foro organizado por LA PROVINCIA.
El Hotel Santa Catalina acogió a más de 220 personas, en su mayoría empresarios, ávidos de descubrir el lado político de uno de los suyos, un gestor con un sólido y amplio perfil técnico. Tras más de cien días en el área pública, su carácter conciliador se notó también en la presencia de cargos de diferentes partidos y candidatos a las Cortes en las elecciones del 20 de diciembre. Miembros de CC, PSOE, PP, NC y Podemos escucharon atentos su conferencia.
El consejero delegado de Pastas La Isleña, Andrés Mejías, fue el encargado de presentar a quien considera "un arquetipo ideal de hijo". "Te debo gran parte de lo que soy", le respondió enseguida Ortega, quien le describió como "ejemplo, símbolo y estandarte", tanto en lo personal como en lo profesional. "Nunca pensamos que nos veríamos aquí, nunca pensé que me ibas a presentar como consejero de un gobierno", admitió al inicio de su intervención el exdirector general de La Isleña, una de las industrias más importantes del Archipiélago especializada en la fabricación y manufacturación de pastas y productos derivados del cacao.
Y es que Ortega, que nació en Teror en 1961, no es "un político al uso, sino un hombre de gestión, dedicado muchos años a vender fideos", como él mismo reconoció. "Nada distinto de lo que hago ahora; entiéndanme bien, no vendo fideos ahora pero mi esencia no cambia", añadió este licenciado en Biología, que reúne el atractivo de haberse forjado en el mundo de la actividad privada y de implicarse ahora en la gestión pública. Independiente, propuesto por CC de Gran Canaria, ha tenido que trabajar duro desde el primer día en el desarrollo reglamentario del Régimen Económico y Fiscal, en la apertura de posibilidades de mejora de las fuentes de abastecimiento energético y en la reconstrucción de las relaciones Canarias-Estado por encima de intereses partidistas.
En 24 minutos lanzó su plan para el Archipiélago, en el que esbozó un nuevo camino donde conjugar tres verbos: dialogar, gestionar y resolver. Y tres sustantivos: trabajo, eficiencia y resultados.
El extesorero de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) y exdirectivo de la Asociación Industrial de Canarias es "exigente por naturaleza", busca "siempre resultados" y, a la pregunta: "¿Soy feliz con estos presupuestos?" No duda en contestar que "sí", pero claro, "es un hombre feliz también por naturaleza". Aprovechó la oportunidad para pedir disculpas y comprensión por los errores que, "seguro", va a cometer. "Porque ya sea en la acción de gobierno o vendiendo fideos, el error también forma parte de mi esencia". Con esta frase concluyó su discurso, seguido de una ovación cerrada.
Una ponencia muy elogiada desde la patronal de Las Palmas, cuyo presidente, Agustín Manrique de Lara, y secretario general, José Cristóbal García, confían en que su talante ejecutivo contribuya a agilizar la burocracia administrativa. "De momento está dando los pasos adecuados", indicó García. Igualmente, el directivo de Astican Vicente Marrero cree que Ortega es "un hombre que sabe dónde está".
El presidente del Círculo de Empresarios de Gran Canaria, Germán Suárez, alabó la experiencia de Ortega, que le permite hablar no sólo bajo el paraguas político, sino también bajo el conocimiento de lo que es una empresa. Mientras, el presidente de la Asociación Eólica de las Islas, Rafael Martell, es escéptico, pero aprecia que "el positivismo del consejero es de agradecer".
