¿Es numerosa la población canaria en Cuba?
Canarios nativos ya quedan pocos, unos 400 aproximadamente y son ya muy mayores. Pero eso sí, descendientes de canarios por toda Cuba hay un millón. De todos los isleños que hay en Cuba, nosotros tenemos 45.000 asociados. En La Habana está la sede central de nuestra asociación y en el resto del territorio hay 139 locales.
¿Se mantiene viva la identidad canaria?
Nosotros atendemos en primer lugar a los canarios. Muchos necesitan ayuda. Colaboramos con los que están encamados o que no puedan moverse. Pero mantenemos una palabra que no está en el diccionario y, sin embargo, la fomentamos: la canariedad. Es el amor a Canarias por encima de todo. Pero también se impulsa el folclore, el baile, la música y se fomenta la literatura. Ahora, además, tenemos un empeño muy grande en lo que se llama el Club Juvenil porque no podemos dejar ni permitir que la asociación desaparezca.
¿Cómo ha vivido el proceso de apertura de Cuba?
Tenemos bastante experiencia y no tomamos esto con mucha fuerza porque sabemos que ese proceso va a ser largo. Si estuvieran en Cuba se darían cuenta de que son más los americanos que quieren ir a Cuba que los cubanos que quieren arribar a Estados Unidos. Hay un poquito más de turismo, pero todavía no hay nada extraordinario. No se aprecia una gran diferencia entre antes y ahora.
¿Por qué antes parecía tan difícil que se produjera este acercamiento y ahora se percibe como un proceso natural?
Los americanos querían cambiar el régimen de Cuba y para eso utilizó todo tipo de estrategias, como los hechos de Bahía Cochinos o el espionaje, pero no lograron nada. Ahora, el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pensará que todo lo que se ha hecho por fuera no ha valido para nada, así que ahora pretende hacerlo desde dentro estableciendo relaciones. No obstante, es a ellos a los que más les perjudica el bloqueo ya que en Cuba estamos acostumbrados a eso. Somos conscientes de que esto va a tardar, aunque ojalá se resuelva rápido y podamos tener una relación con los americanos ya que eso producirá mucho beneficio para Cuba. Pero repito, no estamos apurados. Estamos a la espera.
¿Hasta qué punto cree que fue decisivo el papa Francisco en el acercamiento con Cuba?
Inicialmente tuvo un papel importante en ese acercamiento. Todo el mundo sabe que movió cartas para que se produjeran contactos.
¿Y cómo vivió su reciente visita a Cuba?
Fue un momento muy bonito. El Papa conoce mucho de la vida en Cuba y estuvo muy bien allí. Con todo el mundo, incluidos los estudiantes, estuvo muy acertado. Dejó un recuerdo muy bueno, tanto para los católicos como para los que no lo son.
Sin embargo, generó bastante polémica que no se encontrase con los disidentes.
La Iglesia mantiene relaciones con todo el mundo. Pero bueno, si el Papa entendió que no era el momento yo no puedo tampoco determinar el porqué.
Hace unas semanas se produjo un encuentro entre representantes cubanos y empresarios canarios en la capital grancanaria. Una de las conclusiones fue que Cuba ofrece buenas oportunidades de negocio para los inversores canarios. ¿Percibe esta realidad?
Cuba es una buena oportunidad de negocio. Desde hace mucho tiempo hay inversores canarios en la Isla. El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, fue para allá con una serie de comerciantes e industriales que estaban muy contentos. Con la feria de La Habana volvieron otra vez y ahora vino el embajador a Gran Canaria. Espero que en los primeros tres meses del año que viene las autoridades canarias vayan a Cuba junto a inversores porque el país está en un buen momento para hacer negocio. ¡Pero para España también es el momento! Hay que tener en cuenta que no es solo que se abra Cuba, sino también España. Las relaciones con este país han sido difíciles, pero ahora los canarios y españoles que vivimos allá estamos contentos con que se dé esta apertura.
¿Y cuáles son los principales nichos de mercado?
Depende de dos cosas. De las necesidades de Cuba y de las posibilidades de España.
¿La experiencia turística sirve de ejemplo a Cuba?
No soy especialista en nada de eso, pero en el pasado nosotros propusimos que técnicos canarios fueran a Cuba para enseñar allí. Han ido por cuenta propia, han hecho hoteles y han caminado. La gran experiencia turística de Canarias es muy interesante para Cuba.
¿Qué se puede mejorar?
No puedo concretar mucho, pero la explotación de los hoteles y la vida general del turismo. Allí hay una industria turística que se explota, pero tengo la seguridad de que se puede mejorar mucho. Los que saben de eso son los canarios.
¿Qué proyectos bajo el brazo se lleva de su visita al Gobierno de Canarias y a las Islas?
He hablado con el presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, y con el viceconsejero de Acción Exterior, Pedro Rodríguez. Yo pedí gofio para los canarios y surgió la idea de llevar un molino a Cuba para dárselo gratis a los isleños. Ahora hay que buscar un local para ubicarlo y lo más seguro es que sea en La Habana. Aún no se ha determinado el coste de este proyecto porque hay que estudiar primero una serie de aspectos, pero está en marcha.
