"¡Al terrero de lucha se entra descalzo! ¡Quítense los zapatos y respeten!", gritó una mujer del público al inicio del acto. El par de calcetines rojos de Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos, se convirtió de inmediato en el protagonista inesperado de la jornada. Tras un breve instante de desconcierto, Monedero, Noemí Santana, diputada regional, y Meri Pita, secretaria general del partido en Canarias y número dos de la lista a la Cámara Baja, se descalzaron de inmediato para respetar la arena. El ideólogo del partido, curtido en mil batallas, se disculpó por ignorar una de las reglas básicas de la lucha canaria y con humor aceptó las referencias al color de sus calcetines. La única que se resistió fue Victoria Rosell, candidata de Podemos al Congreso de los Diputados por Las Palmas. La expectación era máxima. Todos querían saber si durante su discurso se atrevería a pisar el terrero con sus botas. Sin embargo, la jueza en excedencia rodeó el círculo por su exterior y evitó así profanar el sagrado escenario de la lucha canaria.