Sudáfrica ha introducido en la cumbre de París un concepto que resume el pulso que sostienen los países pobres y los más desarrollados para sellar un acuerdo: "el apartheid energético". Aquellos opinan que las limitaciones a la emisión de gases de efecto invernadero suponen un freno al desarrollo de sus economías, cuando son las desarrolladas precisamente las que han agravado el problema del calentamiento global del planeta. De ahí que pidan compensaciones para suscribir el compromiso final, tras el preacuerdo técnico alcanzado ayer. India, por su gran dependencia de la producción de carbón, está siendo uno de los países más reticentes.
En directo
Última hora y reacciones al posible anuncio de dimisión del presidente Pedro Sánchez