El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, reclamó ayer un nuevo encaje de Canarias en la Constitución española y dio por hecho que las elecciones generales del día 20 constituirán el punto de partida para la reforma de la Carta Magna. Clavijo acudió ayer al acto de celebración del día de la Constitución que tradicionalmente se desarrolla en el Congreso y quiso dejar constancia de que lo hacía por el especial simbolismo que este acto tiene en el actual contexto de tensiones del Estado con Cataluña, resaltando en todo caso que sólo una revisión constitucional en materia de modelo de Estado y organización territorial puede dar respuesta al conflicto y a la cuestión autonómica.
El presidente canario afirmó que "la sociedad española de 2015 no es la de 1978 y, por eso, las próximas Cortes se enfrentarán a una reforma de la Constitución que va a ser necesaria, y si se hacen las cosas bien, positiva para todos". En este contexto, añadió: "Canarias va a afrontar el proceso para el reconocimiento de nuestras especificidades tal como hace la Carta Magna europea", lo que conllevaría, aseguró, "el blindaje de nuestro REF y el necesario espacio y singularidad de Canarias, que es el territorio más alejado de España". Según él, tendrá que ser "una Constitución donde las comunidades autónomas" se encuentren "reconocidas dentro del Estado", pero también su capacidad de autogobierno".
Clavijo cree que la fragmentación política que se prevé para la próxima legislatura no va a constituir ningún hándicap para esa reforma. Aseguró que "algo que ha sido evidente en estos cuatros años ha sido la falta de diálogo y problemas como el de Catalufa se han ido enquistando y al final virando hacia situaciones extremas". En su opinión, "el próximo Parlamento va a ser mucho más plural y va a ser necesario que algunas posturas que se han podido sostener en base a una mayoría absoluta tengan que reflexionar y cambiar". "Espero que por el bien de España y de todos, ese nuevo Congreso de los Diputados sea más dialogante, busque más el consenso y afrontemos con el sosiego y la tranquilidad necesaria la reforma de la Carta Magna, afirmó.
Razones electorales
Clavijo consideró que el PP se está mostrando remiso a la revisión del texto de 1978 por razones electorales, pero se verá obligado a asumir un proceso reformista en el marco de la nueva realidad política que todas las encuestas vaticinan. "Todo está muy marcado por la campaña electoral en este momento y las distintas posiciones pueden tener que ver más en ocasiones con poses electorales que con lo que se reconozca que se tenga que hacer después", afirmó. Así, resaltó que "se sabe ya que no va a haber mayorías absolutas, que habrá nuevos grupos, y a partir de ahí sin contexto de elecciones y en un clima más sosegado", estimó que "todas las fuerzas políticas tendrán que afrontar la necesidad de la reforma. Todo lo que se diga ahora tiene más que ver con las elecciones", concluyó Clavijo.
En todo caso, el presidente canario, sin prejuzgar el calado de la reforma a la que se va a someter la Constitución de 1978, no cree que se vaya a abrir un verdadero proceso constituyente que vaya a requerir de referéndum y disolución de Cortes. "No se sabe hasta dónde llegaría la reforma, pero entiendo que será una reforma para modificar el lugar que ocupan las comunidades autónomas, las competencias, y Canarias tiene que estar ahí para el reconocimiento de su situación ultraperiférica", sostiene. "Habrá que hacer cambios, porque es evidente que el mensaje que nos están lanzando los ciudadanos es que no podemos continuar igual".
Por otra parte, Fernando Clavijo se mostró ayer muy claro en considerar que la fragmentación política que se prevé para el próximo Congreso de los Diputados deja abiertas muchas opciones de gobiernos y de pactos entre las distintas fuerzas políticas, advirtiendo al PP de que no tiene garantizada la investidura de Mariano Rajoy aun ganando las elecciones con los resultados que vaticinan las encuestas. Recalcó así que "los ciudadanos, lo que hacen es elegir a sus representantes en el Congreso y en el Senado", y recordó que "luego serán los diputados elegidos los que tienen capacidad de aprobar la investidura si tiene la mayoría parlamentaria necesaria para hacer a un candidato presidente del Gobierno".
"Podrá ser más o menos lógico, pero las reglas del juego son esas, tendrán que articularse las mayorías necesarias", insistió el dirigente nacionalista, quien aclaró que a él lo que le preocupa "no es la investidura del presidente, sino que el gobierno tenga la estabilidad necesaria para afrontar los retos a los que se enfrenta al país".
En todo caso, no quiso adelantar las posiciones de CC en ese con texto y se limitó a resaltar el papel que cree que su formación debe seguir jugando en Madrid en defensa de los intereses de Canarias. "Vamos a intentar jugar un papel importante en el día después de las elecciones porque eso está en nuestro código genético. Somos un nacionalismo constitucionalista, pero la realidad es que nos preocupa cómo va quedar Canarias en el nuevo marco político-institucional, el REF, la condición de región ultraperiférica y que Canarias tenga el reconocimiento pleno de sus singularidades, que no es ni más ni menos que ponernos en las mismas condiciones que el resto de las comunidades autónomas", resaltó.
Según él, "para los tiempos que corren", en un contexto totalmente distinto al de 2011, de aparición de fuerzas emergentes, desplome del PP y bajada del PSOE, lograr los mismos resultados que hace cuatros años sin haber renovado la alianza con NC, "sería un resultado muy aceptable".
