El Partido Popular (PP) ha encontrado un argumento para la movilización de sus votantes en la amenaza que se cierne por la falta de socios que les ayuden a conformar una mayoría parlamentaria tras el 20-D. Así lo expuso ayer el cabeza de lista por la provincia de Las Palmas, José Manuel Soria, para quien resulta más necesario que nunca que su partido obtenga una distancia suficiente con el resto y no haya así dudas sobre cuál debe ser la formación que tome la iniciativa de formar gobierno.

Pablo Iglesias (Podemos) mete en un mismo saco a populares y Ciudadanos como segura pareja si los votos les alcanzan; cierto que con la condición de que sea Soraya Sáenz de Santamaría la presidenta y Rajoy se vaya a casa. Soria asegura que Pedro Sánchez está dispuesto a alcanzar el poder a cualquier precio y alude a una presunta oferta del candidato socialista -este lo desmiente- a podemitas y ciudadanitas para conformar un ménage à trois gubernamental.

Cierto o no que los partidos tengan "apalabradas", en denominación de Soria, futuras alianzas, lo que sí se estima fundamental es la capacidad de cada uno de los candidatos para movilizar a sus votantes. Eso lo sabe José Manuel Soria, del mismo modo que conoce que es hora de aventar cualquier argumento, cierto o no, para conseguir que ni uno solo de quienes piensan votar al PP se quede en casa el 20D.

"Los demás dirigentes lo que están diciendo es que no se comprometen a apoyar en la investidura al partido que resulte más votado", aseguró ayer el candidato popular. Eso sucede, según su opinión, al saber todos ellos saben que la formación más votada va a ser el PP, por lo que animó a hacer realidad y lo más grande posible ese presagio.